Las autoridades francesas lanzaron este miércoles llamados a la calma tras los disturbios nocturnos que sacudieron Nantes en protesta por la muerte de un joven abatido por la policía durante un control.
Los disturbios se desataron el martes por la noche en tres barrios de Nantes, una ciudad al oeste de Francia, donde jóvenes armados con cócteles molotov quemaron varios vehículos e incendiaron parcialmente un centro comercial tras la muerte de un joven de 22 años que fue abatido por un policía durante un control de su vehículo tras una infracción.
«El conductor no llevaba cinturón, no tenía ningún papel de identidad y dio un nombre falso», indicaron fuentes próximas a la investigación.
«Los agentes se dieron cuenta de que el vehículo estaba siendo vigilado por la policía (…) en el marco de una investigación por tráfico de estupefacientes. El conductor trató de huir retrocediendo el vehículo pero detrás estaba un agente. Fue allí cuando su colega disparó», agregó la misma fuente.
El fiscal de Nantes, Pierre Sennès, dijo el miércoles a la AFP que el joven tenía pendiente desde junio 2017 una orden de arresto por robo.
El hombre, que recibió el impacto de una bala en la carótida, falleció al llegar al hospital. El policía que abrió fuego está recibiendo atención psicológica.
No obstante, varios habitantes, interrogados por la AFP, pusieron en duda los argumentos de legítima defensa mantenidos por la policía. Según una mujer, que pidió el anonimato y que filmó lo ocurrido desde la ventana de su casa, no había «ningún policía detrás del vehículo». Otros afirman que el joven «se detuvo» y «dio sus papeles».
La ministra de la Justicia, Nicole Belloubet, hizo un llamado a la calma, prometiendo que se «esclarecerán» las circunstancias de la muerte del joven.
– «La gente corría por todos lados» –
La relación entre la policía y los jóvenes en los suburbios pobres de Francia, habitados en su mayoría por inmigrantes o descendientes de estos, es difícil, en particular desde que en 2005 dos adolescentes murieran electrocutados cuando escapaban de la policía, lo que provocó una ola de disturbios en todo el país.
La presunta violación de un joven negro con una porra en un suburbio de París el año pasado desató también choques con la policía.
Breil, el barrio de Nantes donde el joven fue abatido a tiros el martes por la noche, es un distrito socialmente mixto, con una historia de violencia de pandillas.
La policía aumentó su presencia en la zona luego de una serie de incidentes violentos el 28 de junio. Malakoff y Dervallieres, los otros barrios afectados por disturbios del martes, han estado plagados con problemas de drogas y pobreza durante años.
Un habitante del barrio, Steven, de 24 años, contó a una periodista de la AFP que había «oído detonaciones». «Tardé una media hora en bajar. Veía fuego por todas partes, la gente corría por todos lados. Había papeleras, vehículos en llamas. Estaban rompiéndolo todo. Duró mucho tiempo».
Poco antes de las 03H00 (01H00 GMT) la situación regresó a la calma en los tres barrios implicados. Según una fuente policial, no se produjeron arrestos.
El ministro francés del Interior, Gérard Collomb, condenó los disturbios «con la máxima firmeza». «Se han movilizado todos los recursos necesarios para apaciguar la situación y evitar nuevos incidentes», declaró Collomb tras entrevistarse con la alcaldesa de Nantes, Johanna Rolland, según un comunicado.
«Corresponde a la justicia, y únicamente a la justicia, aclarar las circunstancias de la muerte del automovilista», añadió el ministro.
La Inspección General de la Policía Nacional (IGPN) y las autoridades judiciales han abierto una investigación para determinar porqué el policía recurrió a su arma.
DC / AFP