Al menos 31 miembros de las fuerzas de seguridad y 50 talibanes murieron y otros 15 agentes resultaron heridos en varios ataques a puestos de control en el noreste de Afganistán, informaron a Efe fuentes oficiales.
Los ataques coordinados contra varios puestos de control y una base de las fuerzas de seguridad afganas en la provincia de Kunduz y en la vecina Takhar comenzaron de madrugada, precisó el portavoz del gobernador de Takhar, Sanatullah Timori.
«31 cadáveres de las fuerzas de seguridad y 15 heridos han sido evacuados al hospital de Takhar desde la zona del ataque», añadió Timori.
Según la misma fuente, los talibanes capturaron varios puestos de seguridad de la Policía local y una base del Ejército.
El portavoz explicó que cuando los refuerzos de las fuerzas de seguridad alcanzaron la zona, los insurgentes se retiraron tras un breve tiroteo, y precisó que el área se encuentra bajo control del Gobierno.
Hanif Rezaee, portavoz del Cuerpo 209 Shaheen del Ejército, a cargo del norte del país, afirmó a Efe que al menos 50 talibanes murieron durante los ataques y redujo a 15 las víctimas mortales entre las fuerzas afganas.
Los insurgentes destruyeron en primer lugar un puente en la localidad de Pul-e-Momin, situada entre las provincias de Kunduz y de Takhar, «para impedir que los refuerzos llegasen a la zona» y después atacaron los puestos de control, dijo Rezaee.
El portavoz de los talibanes, Zabihulla Mujahid, reivindicó el ataque en un mensaje en la red social Twitter y afirmó que los insurgentes se hicieron con el control de cinco puestos de control y mataron o hirieron a 16 miembros de las fuerzas de seguridad.
El pasado 9 de junio, varios ataques talibanes a puestos de control en la provincia de Kunduz se saldaron con la muerte de al menos 14 policías y 8 insurgentes.
Afganistán atraviesa una de sus etapas más sangrientas tras el final de la misión de la OTAN en 2015, que solo continúa en el país en tareas de adiestramiento y capacitación de las fuerzas afganas.
DC/diariovasco