Las Fuerzas Armadas francesas desfilaron este sábado 14 de julio, día de la fiesta nacional, por los Campos Elíseos de París, donde cientos de miles de franceses aspiran a celebrar el domingo la consagración de su equipo si gana la final del Mundial de fútbol.
El presidente francés, Emmanuel Macron, en su segundo desfile después de ser elegido en mayo de 2017, abrió el cortejo cruzando la famosa avenida parisina a bordo de un «command car», hasta la tribuna presidencial en la plaza de la Concordia.
Bajo un sol radiante, miles de curiosos con atuendos veraniegos asistieron al espectáculo, muchos de ellos con banderitas francesas repartidas por el ejército.
Entre ellos, numerosos turistas, como una familia vietnamita. «Vinimos porque habíamos oído que era el mejor desfile militar del mundo», explicó a la AFP Koi, de 40 años, junto a su mujer Ngoc y sus dos hijos.
El desfile se celebró bajo fuertes medidas de seguridad. Unos 12.000 agentes están movilizados en la capital y la región parisina para la fiesta nacional y en previsión del partido del domingo, que enfrentará a Francia con la sorprendente Croacia, y podría dar a los ‘Bleus’ su segunda Copa del mundo.
El año pasado, el presidente estadounidense Donald Trump fue el invitado de honor. Esta vez fueron el primer ministro de Singapur, Hsien Loong, y el ministro de Relaciones Exteriores japonés, Taro Kono, los que tuvieron este privilegio, en un contexto en el que Francia quiere reforzar los lazos militares en la región Asia-Pacífico.
Las banderas de los dos países asiáticos abrieron el desfile, además del emblema francés, junto a siete soldados de cada nacionalidad.
Antes, 64 aviones cruzaron el cielo parisino, entre ellos los Alphajet de la prestigiosa Patrulla de Francia, con tres heridos de guerra de las Fuerzas Especiales a bordo.
Durante la exhibición, se produjo un pequeño error en los colores de la bandera francesa y uno de los nueve aparatos soltó humo rojo, en lugar de azul, como estaba previsto.
También se produjo una leve colisión durante una coreografía entre motoristas y jinetes, cuando se encontraban delante del presidente.
– Promoción Arnaud Beltrame –
Esta edición rindió un homenaje especial a las unidades enviadas para socorrer a las poblaciones locales tras el paso devastador, en septiembre pasado, de los huracanes Irma y María por las Antillas francesas.
En otro homenaje, los alumnos de la Escuela de Oficiales de la Gendarmería Nacional bautizaron su promoción con el nombre Arnaud Beltrame, en recuerdo al teniente coronel asesinado por un yihadista en marzo cuando se ofreció voluntario para reemplazar a una rehén en un supermercado en Trèbes, en el sur del país.
En total, unos 4.290 militares, 220 vehículos, 250 caballos, 64 aviones y 30 helicópteros participaron en el desfile de este año, que duró casi dos horas, organizado a partir del tema de la «fraternidad de armas». Entre ellos, figuraban policías españoles, tanques belgas y un A400M del ejército alemán.
El tradicional desfile del 14 de julio es «una demostración de fuerza controlada», que supera la simple conmemoración, declaró el jefe del Estado Mayor, el general François Lecointre.
El general Lecointre llegó a este puesto hace un año, tras la dimisión de su predecesor, el general Pierre de Villiers, después de mantener un pulso con Emmanuel Macron por estar en desacuerdo con los recortes presupuestarios. Un año más tarde, la relación de Macron con el ejército parece más distendida.
El jefe de Estado promulgó el viernes la Ley de programación militar 2019-2025, que prevé cerca de 300.000 millones de euros de créditos a la defensa acumulados para alcanzar el 2% del Producto Interior Bruto (PIB) dentro de siete años, conforme a las insistentes demandas de Estados Unidos a sus aliados de la OTAN.
DC / AFP