La Premier británica Teresa May, estableciendo con firmeza que ella es una estadista, inteligente y creativa, ha declarado, con todo acierto, que la Soledad en la humanidad toda es un problema de salud pública que llega con fuerza en China, India, Rusia, USA, Japón, Reino Unido, Francia o Singapur.
Le tocaba a un país desarrollado y obligado a pensar civil y socialmente, tomar la iniciativa pero, al mismo tiempo, convertirlo en un proceso humanitario de interés para todos. En este sentido, también han sido y son señalados los países organizados de contribuir con el fenómeno de la Soledad. En efecto, la propuesta familiar es USA es que los hijos, después de los 18 años, se independicen y se preparen para irse del hogar materno sin obligación de mirar atrás. De este modo, crecieron, crecen y se formaron igual las familias del Reino Unido y Europa en general con el escape muy pequeño de España, Portugal e Italia que, por costumbres y conceptos latinos diferentes, se mueven más de cerca dentro del núcleo familiar. Así, en estos países latinos se plantea que, al final, los hijos deben garantizar un terminar de vida digno para sus padres y, en cadena, los hijos actuales igual en el ocaso de la vida.
El asunto es que la Ministro ha dado en el clavo. La creación de ese Instituto que podría llamarse “Instituto Social para la Ayuda a los Nacionales que Vivan en Soledad”, InSocial de ayuda a la Soledad. De otro modo, ese instituto podría estar patrocinado por el Estado y el financiamiento fiscal lo proponemos por vía del SS Obligatorio. Es importante que el instituto sea manejado por un verdadero actuario universitario y que en su perfil y conducta se noten dirigidos al cuidado del dinero que siempre necesita una disciplina más rigurosa y continua. Proponemos además que este actuario sea preparado en gestiones legales y, por consecuencia, con conocimientos generales sobre la gestión contractual entre la nación y los miembros del Instituto. No olvidemos que este Instituto es importante para asegurar la dignificación de la vida de las madres y padres nacionales y los ciudadanos abandonados socialmente. De esta forma asegurar su salud mental, física, social que incluya los servicios médicos, de compañía y de atención sicológica. Así, son los ciudadanos de cada país los que sostengan el financiamiento.
No olvidemos que estos elementos conocidos sobre este problema que es la Soledad como una importante epidemia mundial. La depresión es una carga que somete a nuestro país, en particular, y al mundo, en general. Por ejemplo, en naciones americanas del norte, centro, sur y las Antillas, de acuerdo con las cifras, anualmente una de cada 20 personas mayores de 20 años se deprimen. Definido como un trastorno del estado de ánimo y caracterizado por sentimientos de tristeza profunda e infelicidad. Esta enfermedad, diagnosticada a tiempo y con sus tratamientos farmacológicos y psicoterapéuticos adecuados, puede ser revertida. La ONU estima que más de 300 millones de personas viven en depresión con un incremento interanual de más de 18% interanual en la última década.
Ahora bien, en estos años en Venezuela no se ha logrado ningún orden de cosas que la saque de sus dificultades. Por lo mismo, estimamos que los manifiestos y propuestas sobre la Soledad, presentados en este artículo no recibirán el mejor trato. Sin embargo, nos sentimos obligados a denunciar la Soledad en nuestro país. Los masivos alejamientos de la juventud hacia otros lares en busca de nuevos horizontes y oportunidades, traen como consecuencia el aumento en el país de los problemas sobre esta materia, por cuanto afecta naturalmente a las personas que quedan en el país sin muchas esperanzas.
DC / Luis Acosta