Un avión militar de Estados Unidos operará en Ecuador para realizar actividades de inteligencia por unos días, al reactivarse la cooperación en el área de seguridad, informó este jueves el ministro ecuatoriano de Defensa, Oswaldo Jarrín.
Sin precisar qué tipo de información recolectará la aeronave ni en qué zonas se sobrevolará, el ministro indicó que el avión estará en el país “máximo 3 o 4 días” y que todos los datos serán entregados a los ministerios ecuatorianos de Defensa e Interior.
“Vendrá un avión que nos permita obtener inteligencia y retornará (a Estados Unidos)”, señaló Jarrín en una rueda de prensa.
Las frecuencias de los vuelos no fueron precisadas por el ministro.
Jarrín aclaró que Ecuador recibirá de Estados Unidos “cooperación en forma temporal (…) sin que haya una base (militar) en el país”, algo prohibido en la Constitución aprobada durante el gobierno del expresidente Rafael Correa.
Correa (20017-2017) se negó en 2007 a renovar un acuerdo que permitía a Washington usar una base de la Fuerza Aérea Ecuatoriana (FAE) en el puerto de Manta (oeste) para actividades antinarcóticos y que utilizó durante 10 años.
Con la visita del vicepresidente estadounidense Mike Pence en junio a Quito, donde se reunió con el mandatario Lenín Moreno, Estados Unidos y Ecuador dejaron atrás 10 años de tirantes relaciones.
Las relaciones entre ambos países se tensaron durante el gobierno de Correa, quien expulsó a una embajadora estadounidense y forzó la salida de una veintena de militares y funcionarios adscritos a la legación diplomática.
Jarrín manifestó que a través de la embajada estadounidense en Quito se firmó un acuerdo para la instalación de una “oficina de enlace” para tratar temas de seguridad y defensa.
“Esta oficina de cooperación en seguridad se implementará en pocos días y lo que se pretende es obtener el apoyo de otros países” para “mejorar la seguridad especialmente en lo que significa obtención de inteligencia, que es básico para las operaciones militares”.
Estados Unidos cooperó con el gobierno ecuatoriano en las investigaciones de un ataque con coche bomba atribuido a disidentes de la exguerrilla de las FARC vinculados al narcotráfico contra un cuartel policial en la frontera con Colombia, que dejó 28 heridos en enero pasado.
Tras esa explosión se suscitaron otros atentados que cobraron la vida de cuatro militares. Los disidentes al mando del ecuatoriano Walther Arizala, conocido con el alias de Guacho, también secuestraron y asesinaron a un equipo periodístico del diario El Comercio y a una pareja de civiles.
DC | AFP