El Gobierno de Ecuador declaró el estado de emergencia institucional en todas las dependencias de Movilidad Humana en las provincias de Carchi, Pichincha y El Oro, en el norte y sur del país, para prestar atención “a los flujos migratorios inusuales de ciudadanos venezolanos”.
“En los últimos días, el flujo llegó a 4.200 ingresos diarios”, se informa en un comunicado de la Cancillería, de la que dependen los organismos de migración.
La declaración de emergencia institucional ha sido firmada por el viceministro de Movilidad Humana, Santiago Chávez, con el objetivo de “establecer un plan de contingencia y las acciones y mecanismos necesarios para la atención humanitaria”.
En 2017 entraron a Ecuador 288.005 venezolanos, una cifra que probablemente sea superada este año a juzgar por las aglomeraciones en esa frontera.
En los últimos días, el temor a que el nuevo presidente de Colombia, Iván Duque, pueda cerrar las fronteras, ha intensificado la llegada de inmigrantes venezolanos en busca de un destino en el sur del continente.
La principal puerta de acceso a Ecuador es el paso de Rumichaca, en la frontera con Colombia, totalmente congestionado en los últimos días.
Desde ahí se desplazan hacia la capital Quito, muchos de ellos con la intención de seguir su viaje hacia el sur y cruzar Perú, e incluso llegar a Chile.
Ante este aluvión, la Cancillería ha promovido “la coordinación interinstitucional entre las entidades públicas, seccionales y la cooperación internacional, en el ámbito de cada una de sus competencias y responsabilidades”, se agrega en el comunicado.
La declaratoria de emergencia “se activa por primera vez para dar una respuesta eficaz y contundente en beneficio de la preservación de las personas que están ingresando a territorio ecuatoriano”, señaló el viceministro de Movilidad Humana.
El estado de emergencia institucional se prolongará todo el mes de agosto, aunque podría ser renovado de acuerdo a las circunstancias en los pasos fronterizos.
Para afrontar esta ola migratoria, el Ministerio del Interior también ha incrementado su personal de control migratorio, al tiempo que brinda la seguridad en los entornos de paso.
Por su parte, agrega la nota de prensa, el de Salud “fortalecerá la atención con un mayor número de médicos” y el de Inclusión Económica y Social pondrá a disposición un equipo de trabajadores sociales y psicólogos, especialmente para los grupos vulnerables (niños, niñas, adolescentes y mujeres).
El despliegue se completa con ayuda humanitaria de primera necesidad -carpas, raciones alimenticias, kits de higiene personal para niños y mujeres; y agua- mediante un mecanismo coordinado con organizaciones internacionales del sistema de Naciones Unidas.