Una magistrada del Supremo Tribunal Federal de Brasil rechazó esta noche la decisión judicial que había suspendido el lunes el ingreso de venezolanos por tierra en la frontera norte.
«No se justifica, a propósito de las dificultades para acoger a los refugiados, aplicar la solución más fácil de ‘cerrar las puertas'», puntualizó la magistrada Rosa Weber en su fallo divulgado poco antes de la medianoche.
La suspensión del ingreso de venezolanos por tierra obedeció a una decisión de un juez federal emitida el domingo argumentando que para recibir más inmigrantes del vecino país era necesario que un mayor número de ellos fuese trasladado al interior de Brasil, así como la existencia de condiciones para «un acogimiento humanitario» en el norteño estado de Roraima, fronterizo con Venezuela.
Desde las 17:00 locales (20:00 GMT) se comenzó a ejecutar la medida, precisaron funcionarios policiales que actúan en el lugar. La frontera operaba con normalidad para brasileños y otras nacionalidades, y se permitía la salida de venezolanos que quieran regresar a su país, informaron los funcionarios.
La frontera terrestre norte es el principal punto de llegada a Brasil de miles de venezolanos que abandonan su país, sumergido en una grave crisis política y económica.
El ministro de Derechos Humanos, Gustavo Rocha, dijo más temprano que el presidente Michel Temer se oponía en forma «innegociable» al cierre de la frontera para los venezolanos, según la estatal Agencia Brasil. Temer ya había asegurado en otras ocasiones que no se ejecutaría un bloqueo de este tipo.
La capital de Roraima, Boa Vista, ha acogido el mayor número de venezolanos, cuya llegada se intensificó en los últimos dos años. Cálculos oficiales afirman que unos 25.000 venezolanos se encuentran en la ciudad, de cerca de 330.000 habitantes.
Se estima que unos 500 venezolanos entran diariamente por la frontera terrestre. Aunque Roraima condensa el mayor porcentaje de inmigrantes, algunos continúan su viaje hacia otros estados o países como Argentina o Chile.
La gobernadora de Roraima, Suely Campos, había aplaudido la decisión del juez federal Helder Girao Barreto. «Estamos pidiendo desde mayo el cierre de la frontera ante el Supremo Tribunal Federal, así como auxilio financiero para minimizar el impacto en nuestros servicios públicos», señaló un comunicado suscrito por Campos.
Pero Weber, que en el fallo también negó un pedido previo de la gobernación para cerrar la frontera, aclaró que «aunque la mayoría de quienes atraviesan la frontera entre Venezuela y Brasil no se encuadran en la hipótesis jurídica de refugio o asilo, una eventual orden de cierre de la frontera entre ambos países tiene el potencial de impactar la situación de individuos que, dentro de un flujo migratorio mixto, pueden calificar a la protección prevista en el derecho internacional y acogida en la legislación patria».
A la fecha, once refugios operan en Boa Vista y Pacaraima, pequeña ciudad fronteriza, que albergan a más de 4.000 venezolanos, incluyendo más de mil indígenas warao, originarios del norte de Venezuela.
En el primer semestre de este año, 56.740 venezolanos buscaron legalizar su situación en Brasil.
(Con información de AFP)
DC / Infobae