El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, designará a la expresidenta de Chile Michelle Bachelet como la nueva jefa de derechos humanos del organismo multilateral, dijeron diplomáticos el miércoles.
Bachelet, de 66 años, reemplazará al jordano Zeid Ra’ad Al Hussein, un duro crítico del presidente estadounidense Donald Trump que ocupó el cargo de alto comisionado de derechos humanos de las Naciones Unidas desde septiembre de 2014.
Pediatra de profesión, la socialista Bachelet fue dos veces presidenta de Chile (entre 2006 y 2010, y de 2014 a marzo pasado) y es exministra de Defensa y de Salud. Su padre militar fue asesinado por la dictadura de Augusto Pinochet, y ella misma fue torturada en 1975.
Bachelet ya trabajó antes en la ONU: en 2010 se convirtió en la primera directora de ONU Mujeres, la agencia onusiana que promueve la igualdad de género, y ocupó ese cargo durante tres años.
Este mes lanzó en Chile su nueva fundación, Horizonte Ciudadano, que busca promover los objetivos de desarrollo sostenible fijados por la ONU para 2030.
Fuentes diplomáticas indicaron que la secretaria general adjunta de la ONU Amina Mohammed dijo en una reunión de embajadores celebrada esta semana que Bachelet ha aceptado asumir el cargo de nueva jefa de derechos humanos de la organización.
Advirtieron, no obstante, que su designación aún debe ser aprobada por la asamblea general.
El portavoz de la ONU Farhan Haq no quiso comentar la información, pero dijo que se ha enviado una designación a la asamblea general.
“El proceso está cerca de concluir”, dijo Haq.
Bachelet asumiría un cargo que ha sido objeto de mucha polémica durante la gestión de Zeid, quien decidió que no se postularía a un segundo mandato tras perder el apoyo de países poderosos.
Además de Estados Unidos, Zeid ha confrontado duramente a Rusia y China. Tras cuatro años en el cargo, ha indicado que “en el actual contexto geopolítico”, permanecer en su cargo “implicaría arrodillarse en súplica”.
Activistas por los derechos humanos están inquietos de que Guterres intente nombrar a un jefe de derechos humanos menos vigoroso en su gestión, en momentos en que el gobierno de Donald Trump acumula críticas por su política antiinmigratoria.
“El silencio no te genera ningún respeto”, dijo Zeid a periodistas la semana pasada.
Y dijo que aconsejaría a su sucesor “ser justo y no discriminar contra ningún país”. “Simplemente ve y pelea”, sostuvo.
Bachelet dejó este año la presidencia de Chile con una popularidad cercana al 40%. Durante su última gestión, puso en marcha un ambicioso proyecto de reformas sociales y enfrentó un escándalo de corrupción protagonizado por su hijo mayor y su nuera, condenada recientemente por fraude al fisco.
DC / AFP