Miles de nicaragüenses marcharon este sábado en apoyo a médicos despedidos por el gobierno por atender a manifestantes en protestas que han dejado hasta ahora un saldo de 317 muertos y al menos 2000 heridos.
«Basta de abusos», «Vivan los médicos», «Son médicos, no terroristas» gritaban los manifestantes que acompañaron a los galenos que con sus batas blancas durante una marcha de unos cuatro kilómetros en la concurrida carretera a Masaya.
En otro punto de Managua, millares de personas se congregaron frente a la sede de la Universidad Centroamericana, convocadas por el gobierno para reclamar «justicia para las víctimas del terrorismo».
Un camión encabezó esta concentración con emblemas que acusaban a los activistas antigubernamentales de «golpistas» y terroristas» y los responsabilizaban de la mayor parte de las muertes durante las protestas.
Á su vez, los manifestantes que defendieron a los médicos en su mayoría iban con los rostros cubiertos por pañoletas o máscaras, por temor a represalias.
Cerca de un centenar de médicos fueron despedidos de hospitales públicos en varias ciudades del país luego de que prestaron atención a personas heridas en las protestas, denunciaron los afectados.
Las protestas antigubernamentales se iniciaron el 18 de abril contra una fallida reforma a la seguridad social, y se transformaron en una demanda de salida del poder del presidente Daniel Ortega y su esposa y vicepresidenta Rosario Murillo.
«Es un horror» lo que ha sucedido, dijo a la AFP la exministra de Salud (1982-1985) Lea Guido, al recordar que manifestantes heridos de bala han fallecido porque se les ha negado atención en los hospitales.
«Es criminal negar el acceso a los servicios de salud, que los hospitales se vuelvan cárcel y brazo de la represión», señaló.
La disidente sandinista Mónica Baltodano calificó de «barbarie» las acciones del gobierno.
Según denunció, Ortega «dio ordenes a los directores de hospitales de no atender a manifestantes y ahora está pidiendo listas de heridos para perseguirlos. Esto es gravísimo».