El presidente surcoreano, Moon Jae-in, enviará la semana que viene a Pyongyang a un emisario especial para hablar de un proyecto de cumbre con el dirigente norcoreano, Kim Jong Un, y del desarme nuclear.
El emisario viajará a la capital norcoreana el 5 de septiembre, declaró a la prensa el portavoz del presidente Moon, Kim Eui-kyeom.
Seúl hizo esta propuesta el viernes por la mañana y Pyongyang la aceptó horas más tarde, afirmó Kim Eui-kyeom precisando que todavía no se ha elegido al representante surcoreano.
Entre los candidatos potenciales citados por la prensa figuran el jefe del espionaje surcoreano Suh Hoon y el consejero de seguridad nacional del presidente, Chung Eui-yong.
El emisario abordará «el programa detallado de la cumbre intercoreana, el desarrollo de las relaciones bilaterales (…) y el desarme nuclear de la península coreana», explicó el portavoz.
Moon y Kim se reunieron en dos ocasiones.
La primera fue a finales de abril en la localidad fronteriza de Panmunjom, donde se firmó la tregua de la guerra de Corea (1950-53). Era la primera vez que un dirigente norcoreano viajaba al Sur desde la guerra que dividió a la península.
Los dos se volvieron a ver más tarde en la misma localidad para intentar salvar la cumbre entre Kim y el presidente estadounidense, Donald Trump, que finalmente se celebró en Singapur.
Los dirigentes de las dos Coreas acordaron reunirse una tercera vez en la capital norcoreana en el mes de septiembre.
– Bloqueo con Washington –
Este anuncio se produce en un momento en el que los intentos de Estados Unidos por hacer progresar las negociaciones sobre la desnuclearización de Corea del Norte no dan resultado.
El 12 de junio en Singapur, Kim se limitó a reiterar su compromiso en favor de una «desnuclearización completa de la península coreana», cuyas modalidades y calendario quedaron en el aire y debían fijarse posteriormente.
Una promesa en cualquier caso muy alejada del objetivo inicial de Estados Unidos: una «desnuclearización completa, verificable e irreversible».
Varios informes, tanto de la ONU como el Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), confirmaron que el régimen norcoreano proseguía sus actividades nucleares.
Las autoridades norcoreanas acusaron a los estadounidenses de querer obtener el desarme unilateral sin hacer concesiones. Estados Unidos sigue pidiendo a la comunidad internacional que mantenga la presión y las sanciones hasta que Corea del Norte abandone las armas atómicas.
La semana pasada se anuló una nueva visita a Corea del Norte del secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo.
Trump acusa a China de ser responsable de la parálisis de las negociaciones con Corea del Norte, pero se cuida de criticar al régimen de Pyongyang.
Al mismo tiempo, el presidente estadounidense cambió de parecer y no descarta reanudar las maniobras militares en la península coreana tras comunicar su suspensión en la cumbre de Singapur, un anuncio que pilló a la comunidad internacional por sorpresa.
DC / AFP