La Red de Productores Libres y Asociados (Repla) del municipio Francisco Javier Pulgar en Zulia informó que llevan ocho meses a la espera de fertilizantes de la empresa estatal Agropatria, entre ellos químicos e implementos para incrementar la producción de plátanos.
Afirmaron que el cultivo de plátanos disminuyó en el último semestre e impactó el precio del producto.
Esta información la aportó Edgar Boscán, presidente de la Repla, en la principal jurisdicción dedicada al cultivo de las variedades musáceas en el Zulia. Agregó que hay más de 4.000 productores agremiados a la espera de urea, compuestos fertilizantes y fungicidas, los cuales solo son despachados por distribuidores independientes, pero no por las instituciones del Gobierno nacional.
“A pesar de los contratiempos se ha acordado con el gremio de plataneros estabilizar el precio, que aumentó debido al incremento del salario y las recientes medidas económicas” refirió Boscán.
El precio de una pesada de plátanos, variedad hartón gigante (equivalente a 350 gramos), se ubicó, después de la eliminación de cinco ceros a la moneda venezolana, entre 2.000 y 2.200 bolívares soberanos. En los establecimientos comerciales un kilogramo del producto puede costar hasta 5 bolívares soberanos.
Argumentó que el sector platanero viene enfrentando, además del despacho tardío e irregular de los químicos y derivados, la lenta recuperación de la infraestructura agrícola, cuya afectación derivó en la pérdida de 1.800 hectáreas de plataneros, frutales y cría de semovientes desde inicios de 2018 por el desbordamiento de cuatro ríos.
Atención y alerta
Luis Urbina, alcalde del municipio Francisco Javier Pulgar, indicó a El Pitazo que, a pesar de la crisis económica, existen dos frentes de trabajo en la parroquia Agustín Codazzi, la más afectada desde el mes de marzo por las precipitaciones tras el desbordamiento de los ríos Capazón y Frío.
“También logramos activar, junto con Pdvsa, la única estación de servicio de combustible en 4 Esquinas, que tardó dos años cerrada”, añadió.
Mencionó que tanto el Ministerio de Ecosocialismo y Aguas (Minea) como la empresa Pedro Camejo tratan de reforzar los muros de contención debilitados con cinco excavadoras brazo largo y corto.
Sin embargo, Urbina teme que de no tomarse los correctivos, el río Chama, el más caudaloso de esa jurisdicción, pueda inundar los poblados de 4 Esquinas, parroquia Carlos Quevedo y Pueblo Nuevo El Chivo, capital de ese territorio, asentado en la parroquia Simón Rodríguez.
Otro anuncio que, según el alcalde, no impactó de manera vertiginosa en la oferta y demanda del “oro verde” fue el incremento de 21 BsS. por guía de movilización de cada camión platanero. Dijo que este cobro varía según la capacidad de cada unidad.
“Esta medida ha sido acogida por los vendedores; sin embargo, estamos evaluando otras alternativas, sobre todo para enfrentar la época de lluvia que arreciará entre octubre y noviembre”, reconoció.
Los más afectados en el valle platanero son los deshojadores, deshijadores, carreteros y pequeños parceleros, dado que ahora deberán encarecer el precio del plátano para cancelar el reciente aumento de 3.400 % en el salario.
“Así no provoca trabajar con mucha gente; cuando mucho nosotros mismos sembraremos, cultivaremos y venderemos”, expuso Jesús Parra, un pequeño productor que cuenta con seis cuadras en plena producción.
Vigilancia en comercios
A nivel local, y para controlar los precios en los supermercados, el municipio consolidó el Estado Mayor de la Alimentación y Producción, que ejercerá control sobre el despacho que cumplen los distribuidores procedentes de los municipios merideños Alberto Adriani y Obispo Ramos de Lora.
La meta además será sincerar los trámites de establecimientos carentes de registros contables.
Rolando Roque, responsable de la Superintendencia Municipal de Tributos (Samat), indicó que más de 60 % del comercio carece de registros mercantiles, facturas, controles de despacho o libros de venta. Es por ello que iniciaron un trabajo de sensibilización y cultura tributaria.
“Estamos insistiendo en la necesidad de aceptar el billete de 1.000 bolívares y estar al día con las formalidades tributarias, así como respetar el incremento reciente de 25 productos de la canasta alimentaria”, apuntó.
DC / El Pitazo