“Lo que anunció el Gobierno no resuelve la recesión, ni la hiperinflación, todo lo contrario, la van a agravar porque observamos que el tipo de cambio no será sostenible, porque en un plan económico sustentable el tipo de cambio tiene que ser sostenible en la fortaleza de sus reservas internacionales, sino es así, es una retórica de la más barata”.
De eso está convencido el economista y profesor de La Universidad del Zulia Rodrigo Cabezas, quien vislumbra que las salidas al “crash” económico del país trascienden el plano econométrico y se sitúan en el campo de la economía política.
“Necesitamos resolver el bloqueo financiero que nos tiene EE UU y la UE en el campo económico y financiero, este es un tema de fuerzas de poder, de alta monta (…) Creo que la posibilidad de que el Gobierno del presidente Maduro por la precariedad política en la que está, por la inmensa división, por el aislamiento internacional a que nos ha llevado en la región, no pareciera estar en condiciones de ceder para resolver este tema que es prelante a todos los demás”, agrega.
– ¿Qué le falta a la receta económica de Maduro?
– No es un programa económico, en rigor a la ciencia económica sistémica, que tome en cuenta lo fiscal, lo monetario, lo cambiario, la balanza de pagos y lo productivo, mucho menos obviando problemas capitales de convocar a una nación a confrontarse con la hiperinflación con un programa monetario y sus características estratégicas, eso no lo conoce la nación, con una meta de crecimiento del producto, ahí no hay una meta de crecimiento del PIB, inflacionaria, no hay una meta de empleo, tampoco hay atención a un problema capital que vive la República que es la situación de impagos y el deterioro operativo y financiero de Pdvsa (…) Con la economía no se juega, la nación venezolana reclama un programa de estabilización macroeconómica, a la vez un programa monetario para detener la hiperinflación y el programa petrolero, eso es vital para lograr la estabilidad política y social (…)
Falta mucho, por la magnitud de la crisis a la que hemos llegado, por la recesión, por la caída de los indicadores que tenemos estamos en una situación de depresión de la cual es más difícil salir, por el quebrantamiento que tenemos, el programa económico que apliquemos está obligado a consensualizarse de la mayor manera posible, es decir, crear un ambiente político, económico y social que genere confianza en el Gobierno, pero también en los actores políticos, económicos y sociales de la nación, no saldremos de esta grave crisis, sino hay consenso en un programa.
– ¿Sin todas estas condiciones a la vista, cuál es el futuro del plan Maduro?
– El intento de asomar unas medidas de política económica están cimentadas en dos ideas: una es un régimen cambiario flexible, el error es que no terminan de suspender el control cambiario. En la medida que sostengan el control cambiario habrá mercado paralelo, habrá mercado negro, por supuesto que ese diferencial será muy alto, cuánto, no lo sé y va a seguir marcando, por la caída en el ingreso de divisas, el tipo de cambio global de la economía venezolana, cuando el ministro de Finanzas dice que hay un mercado libre, pero con subasta, uno se pregunta: ¿para qué subasta si es mercado libre?, si es libre por qué le pones condicionantes de montos, por qué no lo hicieron en la bolsa de valores, que es más transparente, se van a las casas de cambio que le da una opacidad automática.
El otro cimiento es, supuestamente, déficit fiscal cero, ese convencionalismo ya no se usa en la ciencia económica, lo usaron los neoliberales de los años ochenta no sé por qué se lo copia un gobierno, entre comillas revolucionario y socialista, porque la experiencia histórica demuestra que no hay economías con déficit cero porque eso supone que ninguna economía del planeta se endeude (…) de lo que se habla hoy es de un manejo responsable de lo fiscal como el caso de la Unión Europea con un déficit de no más del 3% del PIB como aceptable y manejable, el problema es que nosotros tenemos un déficit fiscal del 16% del PIB, esto es devastador desde el punto de vista inflacionario.
Lo peor es que lo que se anunció no es creíble, no solo por esta inconsistencia numérica, sino que en el mismo momento en que se anuncia un déficit fiscal cero se aprueba el incremento del salario en 3.300%, da un bono que representan 600 billones de bolívares fuertes, asume la nómina de empresas privadas que son 6 mil millones de dólares, de acuerdo con unas estimaciones de Torino Capital, y al mismo tiempo exoneran a Pdvsa de pagar el impuesto sobre la renta, exoneran las importaciones de maquinarias y equipos, entonces uno se pregunta: ¿Dónde está el programa fiscal? (…)
No es creíble el programa porque el anclaje que han hecho en la política cambiaria se reduce a la posibilidad de que se intente simular la emisión de dinero inorgánico en bolívares con emisión de petros, para tener los bolívares suficientes, aún hay espacio de acuerdo al cuaderno blanco del petro para producir más bolívares (…) En consecuencia, lo que anunció el Gobierno no resuelve la recesión, ni la hiperinflación, todo lo contrario, la van a agravar porque observamos que el tipo de cambio no será sostenible, porque en un plan económico sustentable el tipo de cambio tiene que ser sostenible en la fortaleza de sus reservas internacionales, sino es así, es una retórica de la más barata y, en segundo lugar, con una sustentabilidad fiscal, una política fiscal que regrese a la economía venezolana la adecuación dinámica entre gasto público e importaciones que tuvimos durante ochenta años y que hoy está rota.
– El Gobierno espera abatir la inflación anclando el sistema de precios a “acuerdos” con el sector productivo… ¿este es sustentable?
– (…) En medio de un comportamiento muy errático del BCV al crear dinero de la nada como nunca antes se había visto en nuestra economía y como nunca antes en América Latina, en el corto plazo todo hace presumir que la escalada de precios va a continuar pues este es un tema de alta economía, no es un tema policiaco, militar, no se resuelve metiendo presos a empresarios, ni cerrando panaderías, ni abastos, ni peluquerías, se resuelve con un programa económico de estabilización que pueda ser creíble y que tenga consenso.
– ¿Ese cuaderno blanco del petro del que usted habla cómo lo definiría?
– Como economista de izquierda, socialista me he llevado una sorpresa de que quienes se hacen llamar revolucionarios sean capaces de promover en nuestra sociedad el reforzamiento de lo que en los últimos 30 años es la anomalía más importante del capitalismo mundial, que es la especulación en el ámbito financiero, promover la ganancia fácil y rápida en el minado de criptomonedas para ganarse unos dólares sin ningún esfuerzo productivo (…)
El amorío de estos falsos socialistas con el minado no es sino un enamoramiento con la especulación, con la ganancia fácil y rápida.
Al evaluar la estructura del petro, anclado a las reservas petroleras, estas en un problema jurídico y de soberanía, artículo 12 de la Constitución que prohíbe dar como garantías las reservas petroleras, además no habrá un buen economista que le diga que un petróleo en yacimiento tiene valor, por tanto el petro no tiene valor, en absoluto.
– ¿Cómo digiere el sector privado del país, después 5 años de recesión, una subida de más de 5.000% de los salarios de la noche a la mañana?
– Es inexplicable en la experiencia histórica del comportamiento del salario en el planeta el que por un acto administrativo, por un decreto del Ejecutivo, el salario pueda crecer de un día para otro de esta manera, absolutamente divorciado del crecimiento de la productividad. En los países desarrollados el salario se dobla entre cada quince y 18 años. Estos magos de la economía doblan el salario en un día.
Esto crea una anomalía en la economía porque la fuerza del mercado tenderá a equiparar en la oferta y la demanda el precio de productos, bienes y servicios y la actividad económica tenderá a recuperar en el precio este costo abismal que se ha incorporado (…)
– Acerca del modelo tributario se elimina el Islr para Pdvsa y sus socios que son los mega contribuyentes, pero se incrementa el IVA, un impuesto regresivo que pagamos todos… ¿cómo se digiere eso?
– (…) Es inaudito que hayan eliminado la contribución de la explotación petrolera por la vía del Islr (…) Lo primero no pueden ser los beneficios y las exoneraciones, lo primero es la industrialización, crear condiciones para una inversión extranjera directa que permita instalar fábricas, de eso no hay nada (…) Le sale a la economía venezolana una reforma fiscal y tributaria porque hay espacio aún en nuestra economía para una mayor presión tributaria, esta es la economía con la menor presión tributaria de América Latina y l Caribe, el promedio es de 22 puntos del PIB que paga el sector privado en la región, en nuestro caso la presión tributaria, hasta el 2017, estaba en un 11% del PIB, pero lo ideal para una reforma tributaria es que la economía esté en una senda de crecimiento económico, porque si no los impuestos son recesivos, como el caso del IVA que es un invento del FMI de los años ochenta, que iguala a ricos y pobres por igual en una cantidad de bienes y servicios (…)
– Se anuncia que será a través del carnet de la patria que se podrá tener acceso a la gasolina, quien no lo tenga la pagará a precios internacionales?
– Cualquier programa de estabilización económica debe corregir ese tema. En atención a la condición petrolera de Venezuela la racionalidad económica nos indica que el precio debe cubrir sus costos, ponerla al nivel internacional no es explicable para una economía intermedia como la venezolana, acerca del carnet de la patria, creo que convirtió la política de inclusión social de Chávez en estrategia de dominación y segregación política. Impropio del ideal de igualdad postulado por el socialismo.
– Todo esto ocurre en un contexto de reconversión exprés, con cinco ceros menos a la moneda ¿cuál es su vida útil?
– La reconversión monetaria con relación a la crisis macroeconómica y social de la nación es neutra. Podría hacerse o no, de no hacerse habría que emitir unos billetes de más alta denominación, pero al hacerse tiene una virtud: facilitar el sistema de pagos de una economía con una altísima inflación, ya que el cono monetario del 2008 a partir del 2015 entró en crisis, pero si eno está acompañada de un programa monetario para detener la hiperinflación, los nuevos billetes tendrán que ser acompañados de otros billetes de más alta denominación en tres meses, seis meses, en el muy corto plazo porque no es una inflación moderada, como la que vivió el cono que nosotros aplicamos del 2008 al 2012 que era de 20% anual, este año hay proyecciones que son espeluznantes en relación con el comportamiento de los precios que, en el mejor de los casos no terminará por debajo del 60.000%.
La reconversión no resuelve ningún problema macroeconómico, pero tampoco los agrava (…) La reconversión en sí misma no es antinflacionaria, ahí hay una gravísima interpretación si el Gobierno lo está viendo así.
– Usted ha insistido en que de esta crisis no salimos sin un ejercicio de economía política, pero eso pasa por un consenso entre factores políticos que no luce a la vista…
– (…) Hay que admitir que hay hambre, desnutrición por el desplome del salario real y del consumo, lo que quiero decir es que desde la ciencia económica hay los instrumentos para salir de la situación catastrófica en la que estamos, pero puedo afirmar que construyendo el mejor programa de estabilización macroeconómica, con un programa de recuperación petrolera, con un eficaz programa monetario, no habrá resultado positivo si no se resuelven dos temas que son nudos gordianos: primero, admitir que es vital, necesario, urgente, una fuente de financiamiento para recuperar la economía venezolana y que ello supone reinsertarnos en el mercado financiero global, volver al BM, al BID, reforzar los programas bilaterales con estados, como el fondo chino, por ejemplo, ensayar posibilidades de donación de organismos internacionales.
– ¿Tocarle la puerta al FMI?
– Por supuesto, para volver a los mercados internacionales estas obligado a cumplir con los estatutos de una institución de la que eres miembro, que es el FMI. Hay un izquierdismo furibundo que no se ha dado cuenta de que Venezuela es miembro del FMI y que tiene que cumplir temas estatutarios, pero el financiamiento es vital porque de lo contrario no hay viabilidad para un plan de recuperación, no es el petro, es flujos de divisas verdaderos, es inversión extranjera directa para la industrialización.
El segundo punto sale de lo meramente económico, es político, necesitamos resolver el bloqueo financiero que nos tiene EE UU y la UE en el campo económico y financiero, este es un tema de fuerzas de poder, de alta monta, en el que de inmediato surge la pregunta de si el actual Gobierno está en condiciones de realizar una negociación con quienes ellos han reclamado siempre que quieren una relación de respeto.
En este contexto, me respondo inmediatamente que creo que la posibilidad de que el Gobierno del presidente Maduro por la precariedad política en la que está, por la inmensa división, por el aislamiento internacional a que nos ha llevado en la región, no pareciera estar en condiciones de ceder para resolver este tema que es prelante a todos los demás.
– La economía mide muchas variables macroeconómicas, las diagnostica, propone soluciones, ¿pero cómo enfrentar el drama social que la crisis está causando en frentes como el de la diáspora, por ejemplo?
– (…) Hay un crash económico social en este país, desde el PIB te aproximas a la tragedia social cuando observas que el consumo se hay desplomado 70%, tras de esa cifra hay seres humanos que no tienen capacidad de comprar porque el salario no alcanza o no lo tiene. Estadísticas de la salud las prohibieron, botaron a una ministra por dar unas cifras, pero es inocultable y yo le pongo el acento a un programa económico agresivo para enfrentar la alimentación, la desnutrición al ejemplo del estado de bienestar europeo que tiene sus comedores populares para los trabajadores que pierden sus trabajadores, me imagino un programa urgente de medicamentos para enfermedades crónicas.
Me imagino, a lo mejor estoy soñando, a un Presidente que sea capaz de crear a un ministerio y en esto no sería burocrático, para la repatriación de todos los jóvenes profesionales, ingenieros, abogados, técnicos, médicos, economistas que los formamos aquí y que se han marchado a otros países en búsqueda de alternativas, este es un plan no solo humano, también para aliviar el quebrantamiento de las familias venezolanas, el inmenso dolor de verlos partir, pero de tenerlos de vuelta para ayudar a reconstruir el país.
TEMA ZULIA
– El Zulia atraviesa por momentos de muchísimas dificultades, la fórmula que gobierna al Zulia usted la apoyó, en este contexto, ¿qué consejo le daría, por ejemplo, al Gobernador del estado?
– En muchos años no ha habido un Gobierno central que irrespete tanto al Zulia como el de los últimos tres o cuatro años. En la asignación de recursos, en el trato no amigable e irrespetuoso con la ciudadanía, como el ministro de energía eléctrica, ante lo que apostando al éxito del Gobernador le sugeriría que alce la voz frente a este centralismo agobiante y el Zulia todo, puede tener la certeza, le acompañará y le salvaguardará.
Un segundo consejo: el socialismo de lo pequeño (…) Vaya con fuerza a resolver los semáforos del Zulia, a recoger la basura junto con los alcaldes, a restablecer el programa que inició de alumbrado de la ciudad, a traer la fiesta del asfalto, a programas de ampliación de las redes de gas y de agua, eso lo puede hacer, la gobernación no podrá resolver la hiperinflación, no podrá resolver la crisis eléctrica, tampoco podrá resolver el corrupto contrabando de extracción, pero aquello sí y los ciudadanos del Zulia esperan por ello.