La ausencia del candidato Luiz Inácio Lula da Silva, preso desde abril, marcó el segundo debate presidencial en Brasil realizado la noche de este viernes.
La televisora Rede TV incluyó una silla para Lula, inscrito el miércoles como candidato presidencial por el Partido de los Trabajadores (PT), pero – explicaron los moderadores – fue retirada luego de que la justicia electoral no autorizara la participación del expresidente (2003-2010), que cumple una condena de 12 años y un mes de cárcel en Curitiba, en el sur del país, acusado de corrupción pasiva y lavado de dinero.
De los ocho participantes, solo Guilherme Boulos, candidato del Partido Socialismo y Libertad (PSOL, izquierda), se opuso, según informaron los mediadores del debate.
El PT no realizó un debate paralelo, a diferencia de lo ocurrido una semana atrás, durante la primera confrontación verbal de los candidatos en televisión, pero mantuvo una campaña en las redes sociales subrayando la ausencia de Lula que, con una televisión en la celda, tuvo oportunidad de ver el programa en tiempo real.
No hubo sorpresas en las dos horas de discusión, y los candidatos se centraron principalmente en discutir empleo, economía y corrupción.
El momento más tenso de la noche fue el enfrentamiento entre Marina Silva, del partido Rede (centro-izquierda), y el excapitán Jair Bolsonaro, del Partido Social Liberal (derecha), que inició con una pregunta sobre el porte de armas.
“Usted cree que puede resolver todo a los gritos y con violencia”, le replicó Silva, conocida líder ambientalista y dos veces excandidata presidencial.
Bolsonaro atacó a Silva por defender la realización de un plebiscito para decidir temas como el aborto y la legalización de drogas, a pesar de su fe religiosa, pero la candidata, constantemente criticada por su estilo poco beligerante, recordó que el Estado es laico y abogó por una política educativa.
Silva cerró el debate como la candidata que más influencia tuvo en el Twitter brasileño. Celebrada por su “coraje”, se convirtió en el segundo asunto más comentado en la red social pasada la medianoche, siguiendo a #DebateRedeTV.
La religión, nuevamente, jugó su parte con tres de los candidatos (Bolsonaro, Silva y el Cabo Daciolo, del partido Patriota) citando la biblia.
El también líder del Movimiento de los Trabajadores Sin Techo (MTST), Guilherme Boulos, aprovechó sus intervenciones para lanzar sus dardos contra Henrique Meirelles, del Movimiento Democrático Brasileño (MDB, centro) y exministro de Hacienda del presidente Michel Temer.
El exgobernador de Sao Paulo, Geraldo Alckmin, del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB, centro) y Ciro Gomes, del Partido Democrático Laborista (PDL, centro-izquierda), intentaron mutuamente descalificar a sus aliados políticos.
Cerca de 160.000 personas siguieron el programa en YouTube, la mitad de lo registrado una semana atrás en el primer debate de esta elección presidencial, realizado en otra emisora de televisión.
A menos de dos meses de las elecciones presidenciales, Lula, de 72 años, lidera las encuestas con un tercio del apoyo electoral, seguido por Bolsonaro, y con Silva en tercer lugar.
DC / AFP