La tenista estadounidense Serena Williams venció este miércoles en dos sets a la alemana Carina Witthoeft y se medirá en la tercera ronda del Abierto de Estados Unidos con su hermana Venus.
Serena, ex número uno de la WTA y campeona en las pistas duras de Flushing Meadows en seis ocasiones, la última de ellas en 2014, pasó por encima de su contrincante por un doble 6-2 en apenas una hora y diez minutos.
Ahora, en la siguiente instancia, Serena se medirá con Venus en un duelo fratricida con aroma a final anticipada.
«Va a ser un partido muy duro, en una fase muy temprana del campeonato, normalmente nos gustaría enfrentarnos más adelante pero es lo que es», dijo Serena al término del juego.
La pequeña de las Williams mostró el miércoles que, poco a poco, un año después de ser madre, está recuperando el nivel que la llevó a dominar el circuito durante casi una década.
Tras llegar a la final en Wimbledon, Serena aspira ahora a su séptima corona en Nueva York y, contra Witthoeft, no quiso sorpresas.
Así, le rompió el servicio a su oponente en el cuarto juego y, aunque cedió el suyo a continuación, volvió a conseguir un ‘break’ inmediatamente para situarse 4-2 y cerrar el set con tranquilidad.
Con una manga arriba, la victoria estaba casi asegurada. No en vano, Serena tenía un récord de 85 triunfos y solo dos derrotas en el US Open (contra Jennifer Capriati en 2004 y Roberta Vinci en 2015) tras ganar el primer set.
En el segundo se repitió la historia: Williams quebró en el sexto gracias a un resto demoledor y acabó imponiéndose por otro 6-2.
Esta es la decimoctava vez que pasa a tercer ronda en el Abierto de Estados Unidos y será la decimoquinta que se mida a su hermana en un Grand Slam, con un balance favorable para ella de 10-5.