Más de cien inmigrantes subsaharianos entraron de manera irregular en España al saltar la valla fronteriza que separa la ciudad de Ceuta de Marruecos, en el norte de África.
Según fuentes de la Guardia Civil española, siete agentes de este cuerpo de seguridad resultaron heridos de diversa consideración -uno fue llevado al hospital- debido a la violencia de los inmigrantes, que no pudieron ser contenidos.
Los asaltantes emplearon cizallas, palos y objetos cortantes, cal viva, ácido de baterías y excrementos, que arrojaron a los guardias, como ya ocurrió en el último salto masivo, ocurrido hace casi un mes.
Los 116 subsaharianos accedieron a Ceuta por la zona de Finca Berrocal, el mismo lugar por donde el pasado 26 de julio consiguieron entrar otras 602 personas.
Una vez en Ceuta, los subsaharianos corrieron hacia el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI), que sigue colapsado tras la última llegada masiva de inmigrantes.
Las ambulancias de la Cruz Roja, que cubrían el rezo de inicio de la pascua musulmana, tuvieron que dirigirse urgentemente hasta las inmediaciones del CETI, donde atendieron a varios subsaharianos de heridas, cortes y contusiones leves.
Cinco de los inmigrantes tuvieron que ser trasladados al hospital debido a cortes de las concertinas (alambre de cuchillas) del vallado fronterizo.
El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, transmitió todo su apoyo en Twitter a las fuerzas de seguridad, en particular a los agentes heridos hoy, ya que están afrontando de forma «ejemplar» el «desafío migratorio».
«El #Gobierno trabaja por el diálogo y la cooperación con países de origen y tránsito y por una gestión común, eficiente y humanitaria de la migración», según el tuit de Sánchez.
DC/800 Noticias