Una mujer alemana fue condenada este martes a 12 años y medio de prisión por prostituir y violar a su hijo junto a su cónyuge, un pederasta reincidente, un caso que también ha levantado críticas sobre posibles negligencias de las autoridades.
Además de la pareja, otras cuatro personas fueron condenadas en las últimas semanas a penas que van de ocho a diez años de cárcel, entre ellas un español de 33 años.
Durante más de dos años, entre mayo de 2015 y agosto 2017, Berrin Taha, de 48 años, y su compañero Christian Lais, de 39 años, una pareja de desempleados alemanes, propusieron a pederastas abusar del niño a través de Darknet, como se denomina la parte de internet que no está referenciada en los buscadores.
El tribunal de Friburgo condenó a la madre a 12 años y medio de detención, al igual que al padrastro. En su caso, el tribual dictó además medidas para retrasar su liberación lo más posible.
La madre del niño, que hoy tiene diez años y vive con una familia de acogida, nunca explicó sus actos.
Su abogado intentó atenuar su responsabilidad argumentando la «dependencia» de la mujer de su compañero, algo que fue rechazado por el tribunal.
Según el juez Stefan Bürgelin, la motivación inicial de la madre pudo haber sido mantener su relación de pareja aunque luego también hubo «razones financieras».
El magistrado señaló que la madre también había abusado de una niña de la que había estado a cargo.
El caso se dio a conocer por una denuncia anónima en 2017. Luego, las confesiones del padrastro, que ya había sido condenado por pederastia y posesión de material pornográfico con niños, llevaron al arresto de varios clientes de la pareja, entre ellos cuatro alemanes, un suizo y un español.
Christian Lais, el padrastro, pidió él mismo al tribunal que su pena contemple las medidas necesarias para pueda seguir una terapia.
El lunes Javier González Díaz, un español de 33 años, fue condenado a diez años de cárcel por haber violado al niño varias veces y filmarlo.
A cambio de más de 10.000 euros pagados a la pareja, hizo al menos cuatro veces el trayecto entre España y Friburgo para cometer sus delitos en los que el niño era «humillado, insultado, atado, enmascarado y maltratado», reveló el tribunal.
Los policías esperan que este caso les permita detener a otros pederastas, con el apoyo de videos y fotos de personas cometiendo estos delitos difundidas en Darknet.
El niño no ha tenido contacto alguno con su madre «y está bien pese a las circunstancias», según su abogado. La pareja deberá entregarle 30.000 euros por daños y perjuicios.
Los servicios de protección al menor, la justicia y la policía no han escapado a las críticas en este caso porque el padrastro, Christian Lais, tenía prohibido tener contacto directo con niños después de cumplir en 2010 su condena a cuatro años de cárcel por pederasta.
Las advertencias de los servicios sociales de que Lais vivía bajo el mismo techo que Berrin Taha y su hijo no fueron tenidas en cuenta por las autoridades.
«El caso no ha terminado con esta decisión. Saca a la luz los fracasos judiciales y oficiales de los que tenemos que sacar lecciones a escala nacional», dijo Johannes-Wilhelm Rörig, el comisario del gobierno alemán encargado de la lucha contra la violencia a menores.