“No hay la menor duda de que el motivo que llevó al señor Adélio [Bispo de Oliveira] fue la inconformidad política en relación a las ideas propagadas por el candidato Bolsonaro”, dijo a periodistas en Brasilia el comisario de la Policía Federal, Rodrigo Morais Fernandes, a cargo de la investigación.
Bolsonaro, de corte ultraderechista y líder de las encuestas de cara a las presidenciales del 7 de octubre, fue apuñalado en el abdomen mientras era cargado en hombros en un mitín en Juiz de Fora, ciudad de 500.000 habitantes en el estado de Minas Gerais (sureste de Brasil).
A partir de análisis de cámaras de seguridad ubicadas en diferentes lugares de la ciudad, así como de videos publicados en las redes sociales y testigos, la investigación concluyó que el agresor actuó en solitario y que planeó el ataque cuando supo que Bolsonaro iría a la ciudad como parte de su agenda electoral.
Fotos del celular de Bispo de Oliveira muestran que estuvo siguiendo el “paso a paso” del candidato antes del crimen, inclusive estuvo en el mismo hotel donde Bolsonaro almorzó el día del atentado. “Salió de casa ya con el cuchillo envuelto en un periódico dentro de la chaqueta”, agregó Fernandes.
El ataque, según la policía, configura un delito contra la seguridad nacional (atentado personal por inconformidad política, en su caso) y puede ser castigado con entre 6 y 20 años de prisión. Su salud mental todavía debe ser analizada por una pericia médica.
La primera investigación policial, que concluyó este viernes, revela otros detalles sobre el agresor, que confesó el atentado apenas fue preso: en busca de trabajo, se había mudado por varias ciudades en los últimos tiempos.
Compró el cuchillo de cocina con el que hirió a Bolsonaro durante su estancia en Florianópolis (Santa Catarina, sur), donde inclusive llegó a tomar clases de tiro.
Quería comprarse un arma para “defensa personal” pero nunca llegó a hacerlo, según declaró, por “las dificultades para justificar la tenencia de un arma de fuego y el costo elevado”, afirmó el comisario.
Una segunda investigación está en curso para determinar -con mayor profundidad- si existió alguna participación de terceros en la comisión del crimen: alguien que lo instigó o colaboró materialmente. Aunque “por ahora no tenemos nada en ese sentido”, aseguró Fernandes.
El candidato de 63 años pasó por una colostomía y requerirá una cirugía para reconstruir el tránsito intestinal en los próximos meses. Pero con la evolución de su cuadro clínico podría recibir el alta durante el fin de semana según el último parte médico del hospital Albert Einstein en Sao Paulo, donde se encuentra internado.
DC/ AFP