Pacientes con paludismo acuden masivamente al ambulatorio tipo I del sector Brasil, en la parroquia Altagracia, ubicada en el oeste de la capital del estado Sucre, a buscar el tratamiento contra la malaria. Residentes de las comunidades Divino Niño, La Esperanza, La Sabanita y Brasil Sur son, básicamente, quienes se encuentran afectados por el virus. Pese a que son muchos los que actualmente están padeciendo la malaria, el médico de guardia del referido centro de salud no quiso darle al equipo de El Pitazo las cifras del número de personas que diariamente reciben sus medicinas
José Maestre, uno de los afectados con el virus, informó que reside en la comunidad La Esperanza, donde más de 100 personas se encuentran afectadas con la malaria. Son 420 familias que habitan en la zona y 50 % de estas, aproximadamente, se encuentra padeciendo la enfermedad.
“Necesitamos que fumiguen las calles y que pase el aseo para recoger la basura. Vengo para el ambulatorio a buscar las pastillas y el doctor me dice que compre mosquitero.¿Con qué dinero?”, aduce Maestre.
Por su parte, Alexander López denunció que cuando se realizan las eventuales jornadas de fumigación en los barrios de la parroquia Altagracia no se están aplicando el dicloro difenil tricloroetano, mejor conocido como DDT.
“Están realizando fumigaciones con gasoil y ese humo sin DDT solo alborota los zancudos. Necesitamos que vayan a fumigar y que doten al ambulatorio con medicamentos suficientes para atender a las personas que se encuentran afectadas con el paludismo”, dijo López.
El mismo ciudadano hizo un llamado a los trabajadores de la Fundación Regional para la Salud para que cumplan con sus funciones y traigan semanalmente la primaquina y cloroquina para entregársela a los enfermos. “Que esté el medicamento en el ambulatorio para que los pacientes no pasen más de una semana esperando por su tratamiento. Esto es lo que necesitamos”, puntualizó López.
Agregó Alexander López que en su comunidad son 50 personas, aproximadamente, las que esperan horas y horas en el ambulatorio para que les entreguen las medicinas. “A veces cada dos semanas es cuando nos facilitan los tratamientos a los enfermos”, precisó.
A su vez, Edgar Borges, epidemiólogo del centro de salud mencionado, aseguró que los pacientes están recibiendo diariamente su cloroquina y primaquina en el ambulatorio. Mientras llegan las medicinas -aclaró- se les otorgan semanalmente a los pacientes su dosis.
Borges señaló que es indispensable que en las viviendas, las personas realicen constantemente jornadas de limpieza en los patios para eliminar, sobre todo, los criaderos de los zancudos.