«Soy argentino, es un sentimiento, no puedo parar»: rodeado de una pléyade de compatriotas, Juan Martín del Potro pasó por encima este domingo del croata Borna Coric y ahora se medirá en cuartos del Abierto de Estados Unidos al local John Isner.
Del Potro, tercera raqueta del mundo y campeón en Nueva York en 2009, brilló con su saque y estuvo dominante desde el fondo para ganar al vigésimo sembrado, mermado físicamente por molestias en el muslo derecho, por 6-4, 6-3, 6-1 en dos horas y cinco minutos de juego.
El argentino, «en su torneo favorito», chocará ahora en cuartos con Isner (N.11), que tuvo que luchar durante algo más de tres horas con el canadiense Milos Raonic para terminar imponiéndose 3-6, 6-3, 6-4, 3-6, 6-2.
«John (Isner) es un amigo, se merece estar en cuartos, tiene un gran servicio, el problema va a ser muy difícil, voy a intentar restarle y a ver qué pasa», aseguró ‘Delpo’ aún sobre la pista tras el encuentro.
Del Potro e Isner se han visto las caras en 11 ocasiones, con un balance de 7-4 para el argentino, 6-3 en pista rápida.
En un Arthur Ashe lleno a rebosar teñido de camisetas albicelestes, Del Potro impuso su mayor experiencia y su ritmo de juego, dejando varios puntos que levantaron a los miles de aficionados de sus asientos.
Entre ánimos («¡Delpo!»), cánticos («Soy, argentino, es un sentimiento, no puedo parar. Oeoeoe, cada día te quiero más») y gritos de guerra («Pegue, pegue, pegue Delpo pegue»), el de Tandil se sintió en Buenos Aires, rodeado de los suyos.
«Están locos. Tienen que volver a Argentina y volver a trabajar después del torneo. Estoy muy contento de tener aquí a mis amigos y gracias a todos, argentinos y americanos que me apoyan. Es un placer, muchas gracias», bromeó tras la contienda.
Una decena de sus compatriotas se desgañitaron apoyando al tercer cabeza de serie hasta el punto de ser seguidos por todo el estadio y de provocar el enfado de Coric, que incluso habló con el juez de silla al final de la primera manga para mostrar su descontento.
– Muy superior –
Porque en la pista, poco pudo hacer. Del Potro le rompió el saque en el cuarto y, aunque perdió el suyo poco después, firmó otro quiebre en el décimo para tomar ventaja a las primeras de cambio (6-4).
«Ese momento fue la clave del partido. A partir de ahí jugué mucho mejor, subí mi nivel de juego ahí para ganar», comentó sobre ese momento el albiceleste.
La segunda manga tuvo el mismo signo, con el croata cediendo su servicio en el cuarto y el argentino ganando de nuevo, en esta ocasión por 6-3, mostrándose muy superior.
Entonces, el croata tuvo que parar. Llamó al fisioterapeuta y recibió atención en su muslo derecho durante unos minutos, que lo lastró también en el tercer set, en el que sucumbió por un rotundo 6-1.
DC / AFP