El estreno de ‘Milla 22: el escape’ se convierte en la cuarta colaboración entre el director Peter Berg y el actor Mark Wahlberg. Pero a diferencia de ‘El único sobreviviente’, ‘Marea negra’ y ‘Día de patriotas’, que se basaron en hechos reales, está será la primera vez que trabajen juntos sobre una trama de ficción pura.
Aunque volcado completamente al entretenimiento canguilero, el director estadounidense mantiene intacto su espíritu nacionalista que se filtra en el discurso reaccionario y patriotero del filme.
La cinta arranca con una secreta operación ofensiva por parte de un equipo de élite para interceptar a un grupo de espías rusos infiltrados en suelo estadounidense. Un pequeño error hace que la misión termine en un sangriento enfrentamiento, lo que pondrá en evidencia el explícito nivel de violencia convertido en espectáculo visual que dominará el resto de la película.
El equipo está bajo el mando de James Silva (Wahlberg), un astuto pero neurótico oficial entregado por completo a la idea de proteger a su país a cualquier costo, que le convierte en un ser huraño, impredecible y letal.
Después de la fallida operación, Silva y su equipo son enviados a la ficticia nación de Indocarr -ambientada en Colombia– con la misión de recuperar un material radioactivo que ha sido robado. Pero cuando Li Noor (Iko Uwais), un agente secreto de Indocarr, aparece ofreciendo información sobre el material robado a cambio de asilo político, la misión de Silva y su comando será llevarlo con vida hasta un aeropuerto localizado a 22 millas.
La tarea no será sencilla y el ‘city tour’ se convertirá en una cruenta batalla contra un escuadrón que quiere matar al agente desertor, mientras un equipo de espionaje ruso vigila atentamente la operación.
Las subtramas familiares que intentan humanizar y justificar la acción de los soldados pasan desapercibidas, entre incesantes escenas de persecuciones, tiroteos y peleas cuerpo a cuerpo filmadas con brutalidad.
La cinta apenas llega a la cartelera, pero ya se anunció que una secuela está en marcha, lo cual anticipa un final completamente abierto y revela la urgencia por iniciar una franquicia que se pone a la fila de sagas de patriotas heroicos.
DC – El Comercio