«Él se cree Dios», comentó el danés Kevin Magnussen (Haas) después de su incidente con el bicampeón del mundo español el sábado en la sesión clasificatoria del Gran Premio de Italia.
«Él creyó que podría adelantar en la primera curva, pero casi me choca. Fue completamente estúpido e inútil. No me iba a dejar adelantar y sacrificar mi propia vuelta. Sé que él se cree Dios», lanzó Magnussen.
«Vino a verme después y se rió en mi cara. Fue irrespetuoso. Tengo muchas ganas de que se retire», prosiguió el danés. «Dice que sus vueltas son divinas, se cree literalmente un Dios».
Ninguno de los dos pilotos dejó pasar al otro, y vivieron un incidente, con un leve toque entre ambos monoplazas, en su última vuelta lanzada de la segunda parte de las clasificaciones (Q2), lo que impidió a Magnussen acceder a la Q3, de la que se quedó fuera por dos milésimas de segundo.
«Hay muchas categorías de pilotos, y luego están los de Haas, que tienen el tercer o cuarto mejor coche de la parrilla y caen eliminados en la Q2», lanzó por su parte Alonso.
Los comisarios no infligieron sanción a ninguno de los pilotos ya que ambos perdieron su vuelta.