Gran Bretaña y Ecuador contemplan una solución a la situación del fundador de Wikileaks Julian Assange, dijo el miércoles el presidente de Ecuador Lenín Moreno, y esa iniciativa ha sido enviada a los abogados del australiano, que la están considerando.
Durante una entrevista con Associated Press al margen de la Asamblea General de las Naciones Unidas, Moreno dijo que “es probable que a mediano plazo tengamos una salida al problema”, aunque no quiso dar más detalles.
“El gobierno británico me ha manifestado que puede existir una alternativa”, indicó.
“Es un tema que hemos decidido mantenerlo en reserva con el gobierno británico y yo quiero respetar eso”, declaró.
Assange lleva seis años encerrado en la embajada ecuatoriana de Londres. El fundador de Wikileaks teme que si sale pueda ser objeto de una eventual extradición a Estados Unidos, donde podría ser procesado por filtrar miles de cables secretos diplomáticos y militares.
Assange ingresó en el 2012 para evadir una posible extradición a Suecia con el objetivo de responder a acusaciones de delitos sexuales. Suecia desestimó los cargos, pero la justicia británica negó en febrero, en dos ocasiones, pedidos de Assange solicitando su libertad debido a que los magistrados consideraron que incumplió las condiciones de la libertad bajo fianza.
Cualquier solución al problema estará condicionada “por la defensa de la vida y de los derechos internacionales para el señor Assange, independientemente de lo que ha hecho”, señaló Moreno, aludiendo a que en Estados Unidos hay pena de muerte.
Ecuador concedió la ciudadanía ecuatoriana a Assange en diciembre como parte de un esfuerzo para hacerle miembro de su equipo diplomático, lo que le garantizaría ciertos derechos como la inmunidad legal. Sin embargo, Gran Bretaña rechazó el pedido de entregarle estatus diplomático en el país.
El presidente de Ecuador destacó que Assange no es un funcionario en la embajada ecuatoriana en Londres. En respuesta a reportes que aseguran que Ecuador consideró en 2017 enviar a Assange a la embajada ecuatoriana en Moscú, Moreno respondió que esa podría haber sido una de las posibilidades.
“Entiendo que se abría un amplio abanico de alternativas, de posibilidades, y podría haber estado entre aquellas, pero no se decidió por esa,” señaló.
El presidente explicó que, “lastimosamente”, el tema de Assange no pudo resolverse en su momento.
“Es un problema no únicamente por la presencia que significa el señor Assange en la embajada de Ecuador, sino un problema para nuestro respeto de los derechos humanos. Estar cinco o seis años refugiado en una embajada viola sus derechos humanos”, dijo.
Moreno destacó también que Assange sigue sin internet. Ecuador le quitó al fundador de Wikileaks el acceso a ésta cuando Assange expuso su opinión sobre políticas estadounidenses y sobre el conflicto separatista catalán en España.
“Entiendo que (Assange) no tiene ese tipo de servicios precisamente para evitar que lo vuelva a hacer”, señaló Moreno. “Pero si es que el señor Assange hace el compromiso de no participar en este tipo de opiniones acerca de la política de países hermanos, como ha sido con la política estadounidese o de España, entonces en ese momento no tendríamos ningún problema en que él pueda seguir utilizando estos mecanismos”.
Debido a asuntos como ese, la relación entre Ecuador y Assange ha sido tensa a veces. El propio Moreno dijo que no tiene interés de hablar con el programador australiano.
“No estoy de acuerdo con lo que él hace”, afirmó Moreno. “Cuando una persona está haciendo una actividad que lesiona el derecho que tiene la gente a comunicarse en privacidad o libertad, me causa cierto escozor. No lo rechazo, no lo odio, pero me alejo”.
Cuando se le preguntó a Moreno por reportes de que Assange supuestamente intentó hackear la red de internet de la embajada ecuatoriana en Londres, el presidente respondió que “puede ser que sí, no tenemos información acerca de eso”.