La moda se pone «un poco» seria
Estampados, superposiciones, «oversize»… Las tendencias de moda detectadas en las últimas temporadas parecen retroceder en favor de una línea más sobria y austera, a juzgar por los desfiles parisinos para la próxima primavera-verano (boreales).
Estos son los puntos fuertes de la Semana de la Moda, que finalizará el próximo martes, principalmente con el pase de Chanel.
– Más elegancia, menos folclore –
El estilo que combina estampados llamativos o el ‘total look’ con el que se lleva el mismo motivo de pies a cabeza empiezan a perder terreno. El verano ya no es sinónimo sólo de colores chillones y camisas hawaianas. Los diseñadores se inclinaron por creaciones que ensalzan la silueta, dándole un aire elegante y sobrio.
El monocolor, ya sea blanco o negro, se impone en las colecciones de Hedi Slimane para Celine y de Anthony Vaccarello para Saint Laurent, mientras Maria Grazia Chiuri apuesta para Dior por el crudo y sus declinaciones. Balmain y Margiela también rebajan los tonos y moderan su carácter descarado y excéntrico, respectivamente.
Pero, renunciar a la fantasía equivaldría a perder su propio ADN para marcas como la del indio Manish Arora, que logró la proeza de embellecer el ‘kitsch’ con una colección con cabezas de leopardo que se llevan como hombreras o bolsos en forma de pastel de boda.
– ¿Hacia el final del plástico? –
La segunda industria más contaminante del planeta después del petróleo está empezando a responsabilizarse. Con la mira en las jóvenes generaciones más concienciadas sobre el cambio climático, grandes marcas y jóvenes diseñadores adoptan cada vez más prácticas ecológicas.
Así, la marca francesa Courrèges, famosa por sus chaquetas de vinilo que popularizó desde los años 1960, anunció el «final» del plástico. Cuando agote su stock de 6.000 metros de vinilo, la firma lo reemplazará por materiales biológicos o reciclados.
La francesa Marine Serre, que trabaja básicamente con textiles reciclados como colchas y cortinas, envió invitaciones a su desfile con el eslogan «Fuck Fast Fashion», contra la moda que se consume rápidamente.
– Gafas grandes, bolsos pequeños –
Con el sol pegando cada vez más fuerte en los veranos de algunos países como los europeos, no es de extrañar que los diseñadores imaginen gafas de grandes dimensiones, que protegen buena parte del rostro.
Así, la marca española Loewe hizo desfilar a sus modelos con unas imponentes gafas de sol negras cuyos cristales cubren los pómulos. Gucci se inspiró en las máscaras para dormir y la británica Marques Almeida las utilizó como viseras integradas en gorros parecidos a un casco de aviador.
Adaptados también a los tiempos modernos, en que casi todo parece reducirse al teléfono móvil, las marcas crean bolsos cada vez más pequeños, como fue el caso del microbolso triangular de piel de Jacquemus o de los que lucen las modelos de la marca francesa Ottolinger.
Vivienne Westwood y Andreas Kronthaler optaron en cambio por grandes modelos, que se llevan colgando de la cabeza o pegados a la prenda.
– Atletas en la pasarela –
Después de que el estilo deportivo inundara las pasarelas hace varias temporadas, ahora son los mismos atletas quienes desfilan, aunque sea virtualmente.
Los rostros de Neymar, Mbappé y Thiago Silva, estrellas del club de fútbol Paris Saint-Germain aparecen en ‘bombers’ de satén y en escudos de camisetas blancas en Manish Arora.
El propio Neymar asistió al pase de la marca Off White, cuyo director artístico, el estadounidense Virgil Abloh, invitó a desfilar en la pasarela a la atleta colombiana y campeona olímpica Caterine Ibargüen.
DC / AFP