El presidente de EE.UU., Donald Trump, denunció este jueves la «traición» de una o varias personas de su entorno después de que un alto funcionario del Gobierno estadounidense publicara un artículo anónimo muy crítico con el mandatario, un día después de salir a la luz un libro también demoledor para él.
Horas después de que Trump acusara de «difamación» al veterano periodista Bob Woodward, autor de un nuevo libro sobre la Casa Blanca, el diario The New York Times publicó un artículo de opinión anónimo que hablaba de una supuesta campaña dentro del Ejecutivo para «frustrar» algunos de los impulsos más dañinos del mandatario.
«¿Traición?», escribió Trump en Twitter a media tarde.
El mandatario cuestionó en otro tuit que el autor del artículo fuera realmente un funcionario de su entorno, y dijo que, si efectivamente lo es, el New York Times «debe entregarlo de inmediato al Gobierno por motivos de seguridad nacional»
En un acto en la Casa Blanca poco antes, el presidente había minimizado la importancia de la columna publicada por «alguien anónimo dentro del Gobierno, que probablemente está fracasando y probablemente está aquí por las razones equivocadas».
«El fracasado New York Times tiene una tribuna anónima, ¿pueden creerlo? Anónima. Lo que quiere decir cobarde. Una tribuna cobarde», aseguró Trump, antes de enumerar sus logros y pronosticar que «nadie se va a acercar siquiera» a derrotarle en las elecciones de 2020.
El artículo de opinión, cuyo autor solo ha revelado su identidad al equipo editorial del diario, denuncia la «falta de moralidad» de Trump y sus impulsos «antidemocráticos», y habla de un esfuerzo de «resistencia» interna por parte de un grupo de funcionarios.
«Muchas de las personas designadas por Trump hemos jurado hacer lo que podamos por preservar nuestras instituciones democráticas, a la vez que frustramos los impulsos más equivocados» del presidente, señala el funcionario.
El alto cargo afirma que dentro del gabinete de Trump se llegó a debatir la idea de apartar al presidente del poder mediante la activación de la 25 enmienda de la Constitución, reservada para cuando un jefe de Estado es «incapaz» de desempeñar el trabajo.
«Pero nadie quería precipitar una crisis constitucional. Así que haremos lo que podamos para orientar el Gobierno en la dirección correcta hasta que -de una u otra forma- se acabe», indica.
La portavoz de la Casa Blanca, Sarah Huckabee Sanders, reaccionó con un airado comunicado en el que instaba al «cobarde» funcionario anónimo a «hacer lo correcto y dimitir».
Fue un notable colofón para un día que comenzó con varios tuits del presidente contra Woodward, cuyo libro «Fear: Trump in the White House» («Miedo: Trump en la Casa Blanca») hace una radiografía del Ala Oeste bastante similar a la del artículo, al describir a un grupo de asesores desesperado por contener a un mandatario errático.
Varios medios estadounidenses habían adelantado este martes detalles del libro, que saldrá a la venta el 11 de septiembre y que cita supuestos insultos a Trump de su secretario de Defensa, James Mattis, y su jefe de gabinete, John Kelly.
«¿No es una vergüenza que alguien pueda escribir un artículo o libro con historias totalmente inventadas, formar una imagen de una persona que es literalmente lo opuesto a los hechos, y después irse sin castigo ni coste? No entiendo por qué los políticos de Washington no cambian las leyes de libelo», tuiteó hoy Trump.
Aunque, según expertos legales, las figuras públicas de EE.UU. tienen derecho a demandar bajo las leyes de difamación actuales -y por tanto no sería necesario cambiarlas-, Trump no quiso contestar hoy a la pregunta de si planea llevar a Woodward a los tribunales.
Lo que sí hizo Trump, de acuerdo con varios medios, es exigir a su equipo que averigüe quién habló con el veterano periodista para su libro, y una vez que se publicó la columna de opinión, esa búsqueda se amplió para tratar, además, de identificar al autor de la tribuna.
Políticos, analistas y corresponsales ante la Casa Blanca debatían también en las redes sociales sobre la posible identidad del funcionario.
Pero descubrirla es complicado, porque hay decenas de personas que responden a la descripción contenida en la firma del artículo, «alto funcionario del Gobierno estadounidense», y estos no solo trabajan en la Casa Blanca, sino en múltiples departamentos y agencias del Ejecutivo.
DC | EFE