El diccionario de la Real Academia, define la palabra inédito, en tres acepciones fundamentadas en lo desconocido, en lo que no se ha conocido. Y Venezuela, en estos últimos años, se ha convertido en un país inédito en lo político.Podemos afirmar entonces, que desde esa visión, reside buena parte del interés internacional por nuestra geografía además de su deriva económica y social en estos años dislocados de revolución incongruente con los principios mínimos ciudadanos.
Sin embargo, el hecho aborda como caso inédito en tal sentido, la crisis humanitaria vista con suma preocupación en el escenario internacional debido a su dramatismo y al irresponsable manejo del régimen para abordarla. Ni siquiera, lo ha hecho en un paso elemental. Para algunos analistas, estas situaciones inducidas y por tales motivos, sobrecoge las expectativas de posibles soluciones y las condiciones para la sobrevivencia.
El gobierno de Venezuela, calificado de narco régimen, tiene singular valoración en el campo de lo inédito como señalan quienes lo afirman. Porque, muchas dictaduras a lo largo de la historia y de forma particular en América Latina, se han sacudido de variadas maneras la ferocidad de tantas y oprobiosas tiranías pero ninguna ha estado enfocada en este campo.
Está en este mismo tinglado; la mortalidad infantil y de adultos por falta de atención médica, de tratamientos asistenciales para pacientes crónicos. Todo, causa dolor inconsolable cuando hablamos de muertes de infantes y de adultos. Cuando vemos a los pensionados engañados para cobrar sus respectivas pensiones. Para muchos, el único ingreso mensual.
Y como si fuera poco, un artículo publicado por el constituyentistas Néstor Francia, revolcó los adjetivos del estilo lingüístico. La torpeza de su ruindad en este sentido, atacó inmisericorde a los pensionados. Los definió de las peores maneras en la decencia mínima ciudadana. Contradictorio, este personaje, porque la foto que circuló y lo identifica lo muestra como un pensionado y no como joven promesa de las huestes revolucionarias.
También es inédita la diáspora. Millones se han marchado para ocupar en el mundo bastiones adoloridos de cambios inusitados. Unos de inspiraciones buenas en la riqueza de manifestaciones propias y de tradiciones culturales. Triunfadores unos, sacrificados y casi en desahucio otros, ante la crueldad de la partida forzada. También inducida, sostienen algunos.
La palabra inédita golpea.Desespera.Da la vuelta al mundo y transforma bajo este enfoque político y socio económico a la Venezuela petrolera por excelencia. La palabra definidora, se nos viene a manera de imágenes y no terminamos de entenderla en la profundidad hueca del irrespeto ciudadano.
No le importa al gobierno cuanto significa, que el petro no exista en el mercado de las bitcoin. Que el sistema eléctrico no haya recibido mantenimiento a lo largo de tantos años de poder absoluto. Que el Zulia, sea una triste realidad de noches sin vela y donde el relámpago del Catatumbo se ocupe como faro para abrillantarle el gentilicio. Qué PDVSA otrora, ejemplo de eficiencia haya sucumbido a las fauces incontenidas de la corrupción jamás vista. Todo, es inédito en la historia republicana, no se pensó que la principal industria fuese insuficiente para el saqueo incontrolado de la más desventurada aberración de los protagonistas.
Todo es tan inédito, que el CONAS Comando Nacional Antisecuestro y Extorsión, como dice la diputada Delsa Solórzano, secuestró a un menor de 5 años para forzar a la madre y denunciar el paradero de su expareja acusado de delitos penales. Ante presiones ya de carácter internacional, este pequeño fue dejado en algún sitio sin ningún otro rastro. El cuerpo policial, dependiente de la GNB cometió en contra de sus principios, lo que precisamente debe combatir en el ejercicio de sus funciones.
Venezuela inédita es la nueva concepción del país como referente para analizarla en toda la dimensión de sus desbarajustes. Pero esta condición, estamos seguros lo será cuando todo pase, cuando clamar justicia sea el derecho más elemental y recibirla lo más cotidiano de la convivencia.
DC / Eneida Valerio Rodríguez / @eneidavalerio