Alemania, Francia y Reino Unido insiten en que Arabia saudí debe esclarecer la muerte del periodista Jamal Khashoggi en el consulado de su país en Estambul. el pasado dos de octubre Para demostrar su firmeza, la canciller Angela Merkel ha anunciado la interrupción de la venta de armas a Riad.
«Estoy de acuerdo con quienes están a favor con las actuales limitaciones… Pero la exportación de armas no puede tener lugar en la situación en la que nos encontramos».
Ante la presión occidental, el ministro saudí de Exteriores hablaba por primera vez este domingo de «asesinato». Ha asegurado que la muerte del periodista ha sido un tremendo error pero que ignoran el paradero de sus restos.
Las potencias occidentales exigen una explicación creíble respaldada por hechos.
«No, no creo que sea creíble», ha dicho el ministro británico para el brexit Dominic Raab. «Es un caso terrible, apoyamos la investigación turca. El Gobierno británico quiere que los responsables rindan cuentas por esa muerte, es espantoso».
La pasada noche, el presidente francés Emmanuel Macron habló por teléfono sobre el tema con Donald Trump. El mandatario estadoundense, muy conciliador en un primer momento con Riad, habla ahora de engaños y mentiras.
Por su parte, el Gobierno español ha expresado su consternación por lo ocurrido pero no cuestiona públicamente la actitud saudí ni ha manifestado la intención de suspender su polémica venta de armamento.
Por su parte, las autoridades turcas han puesto vigilancia permanente a la prometida del periodista, de nacionalidad turca.
DC – EuroNews