“Ida esta macabra dictadura, tendremos que refundar la República sobre los valores y principios que inspiran y todavía sostienen en pie de lucha a la contundente mayoría de los venezolanos que jamás renunciarán a la libertad, la solidaridad, la justicia, la disciplina y, en definitiva, la autenticidad para orbitar el siglo XXI al que no hemos llegado”, señaló el diputado Luis Barragán, integrante de la Fracción Parlamentaria del 16 de Julio, luego del reciente recorrido que hizo de las adyacencias del Largo de Valencia.
“Algo más que una metáfora, por más elocuentes y dramáticas que fuesen las situaciones generadas por el crecimiento incontrolado y contaminante del Lago de Valencia, la mayor catástrofe ha sido la de la más completa y criminal indiferencia de una dictadura, cuyas sucursales en los estados Aragua y Carabobo, dejaron que se acumularan y agravaran hasta lo indecible. Rompe el alma que las familias que todavía no logran huir de sus adyacencias, deban sobrevivirle por cuenta y riesgo propio en un país devorado por las mafias y, así, resulta engañosa la vista de una barca atravesando serena el lago y unos niños que lo juegan, por la ilusión óptica de un socialismo al que sólo le dimos tiempo de demolernos el alma, demoliéndose ella misma”.
En un breve video (https://www.youtube.com/watch?v=BpKksxlwoME&feature=youtu.be), se deja ver parte de un problema que, por consabido, suele olvidarse y, no por casualidad, el parlamentario declarante y la persona que hizo la toma, el Dr. Clemente Bolívar, debieron cumplir con un estricto y obligado tratamiento y reposo médico en la semana que concluye.
“Apenas, hablamos de una ventana hacia la más íntima y profunda realidad venezolana que no se entiende a través de los diálogos incondicionales y de otras maniobras que sólo las autorizan las miserables prácticas políticas de una dictadura de mandíbulas batientes que hiere, mata y, encima, se burla de sus víctimas”.
DC / NP