En Quidditch, los jugadores se suben encima de sus escobas voladoras para marcar tantos con una pelota (Quaffle, controlada por los Cazadores) haciéndola pasar por el aro del equipo contrario. Pero existen dos bolas más: las Bludgers, que atacan a los equipos (manejadas por los Golpeadores), y la Snitch dorada, pequeña y difícil de atrapar, perseguida por los Buscadores. Por cada tanto se obtienen diez puntos, mientras que coger la Snith supone 150 puntos y el fin del partido. Hay siete jugadores por bando: un Guardián para defender los aros, dos Golpeadores, tres Cazadores y un Buscador, reseña Sensa Cine.
EL QUIDDITCH COMO METÁFORA DE LA VIDA
Aunque este deporte ha aparecido tanto en los libros como en las películas, todavía hay fans que siguen pensando que sus reglas son incomprensibles. Pero, a través de Twitter, Rowling por fin ha revelado el auténtico significado detrás del juego. Respondiendo a un usuario crítico, la escritora ha comparado el Quidditch con la vida misma. “Tiene todo el sentido del mundo. Tiene su encanto perseguir una buena racha que se nos escapa (la Snitch dorada), pero el trabajo en equipo y la perseverancia también pueden salvar el día (marcar tantos con la Quaffle). Todo el mundo es vulnerable a los golpes del destino (las Bludgers) y a las personas que nos bloquean (los Guardianes), y el éxito significa alzarse por encima de ellas. El Quidditch es la vida misma. De nada”.