La ONU nombra Persona del Año en 2018 al plusmarquista de maratón Kipchoge
El atleta Eliud Kipchoge, plusmarquista mundial de maratón, fue distinguido hoy como Persona del Año por las Naciones Unidas en Kenia, en reconocimiento a sus logros deportivos y proyectos sociales.
«Continuaré trabajando duro, siendo proactivo y responsable, apoyando a la juventud y sirviendo de inspiración», afirmó hoy Kipchoge, de 33 años, al recibir el galardón durante la Conferencia de la Juventud de África en la sede de la ONU en Nairobi.
Naciones Unidas conmemora con este premio sus «actuaciones deportivas extraordinarias, su trabajo centrado en la lucha contra el sida en Kenia, su resistencia y su valentía», que, según el organismo internacional, encarnan los ideales de la ONU.
El pasado septiembre, el deportista se convirtió en el hombre más rápido de la historia en el maratón de Berlín, con un tiempo de dos horas, un minuto y 39 segundos, casi un minuto y veinte segundos por debajo del récord anterior.
Un baluarte en la lucha contra el sida
Kipchoge trabaja también activamente en la promoción de la sensibilización en materia del virus del sida (VIH) en Kenia, así como en la difusión de mensajes de prevención y en la lucha contra la estigmatización de quienes padecen esa enfermedad.
Este martes, la Federación Internacional de Atletismo (IAAF) anunció que es también uno de los diez nominados al título de Atleta Masculino del año 2018, junto al estadounidense Christian Coleman, su compatriota Emmanuel Korir o el francés Kevin Mayer, entre otros.
El idilio de Kipchoge con el maratón comenzó con su victoria en Hamburgo (Alemania) en 2013. Previamente, había sido medalla bronce en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004 en 5.000 metros, y de plata en el Mundial de 2007 de Osaka (Japón) y en los Juegos de Pekín 2008, también en la misma distancia.
Ganador de diez de los once maratones en los que ha competido, en 2016 se alzó con la medalla de oro en esta prueba en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, pese a no ostentar todavía ningún récord mundial.
La victoria histórica en Berlín supone el punto álgido de un atleta que no olvida sus orígenes humildes, sigue viviendo de forma modesta en su país de origen y no hace ostentación alguna del dinero que gana en sus carreras.
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