En la ciudad italiana de Vicenza han multado con 500 euros a una madre y sus dos hijas por molestar y no dejar dormir a sus vecinos de abajo al andar en casa con tacones de aguja, informa Corriere del Veneto.
Los sonidos empezaron a molestar a otros residentes hace cuatro años, cuando el trío se mudó a uno de los apartamentos vacantes. Se informa que tras pagar la multa, el caminar de las mujeres perdió intensidad acústica y los vecinos dejaron de escuchar el taconeo.
DC | Actualidad RT