Los residentes de un pequeño pueblo en el noreste de Turquía dieron la alarma la semana pasada, al no encontrar en su sitio un puente de arco –hecho de piedras– de 300 años de antigüedad, informa el periódico Daily Sabah.
Durante siglos, el pequeño puente sobre un río de montaña sirvió a los pastores locales, al conectar el pueblo con tres pastizales en la provincia de Gumushane. Algunos aldeanos sugirieron que el puente fue desmantelado durante la noche por bandidos, que se llevaron las antiguas piedras para venderlas.
La policía comenzó a investigar el incidente y después de algún tiempo logró descubrir que no se trata de un crimen, sino de una serie de coincidencias.
Así, el jefe de la aldea, Сoskun Dogan, dijo a los investigadores que no había oído hablar de los ladrones «hasta que los medios de comunicación promovieron esa historia». Finalmente, otros aldeanos le dijeron que el puente simplemente se derrumbó, pero la mayoría de las piedras realmente desapareció sin dejar rastros.
Además, en varias entrevistas los residentes de la aldea aseguraron que el puente fue destruido por una inundación que ocurrió hace tres meses.
La oficina del gobernador, por su parte, señaló que el puente no había sido registrado en la lista del patrimonio cultural, y hasta ahora la Junta Regional de Protección de la provincia de Trebisonda no ha realizado ninguna inspección o registro.
DC / RT