Asfixiado por sus compañeros de celda en Polianzoátegui murió el vigilante que estaba procesado por haber ultrajado, asesinado y enterrado una niña de ocho años en el patio de una empresa en El Tigre, estado Anzoátegui.
El cuerpo sin vida de Luis Gerardo Milano, de 26 años lo localizaron los custodios de guardia, a eso de las 11:50 de la mañana de este miércoles 10 de octubre, en el piso del pabellón A de los calabozos del Centro de Coordinación Policial.
El director de ese cuerpo de seguridad en El Tigre, José Romero, informó que Milano fue trasladado a ese recinto el pasado lunes, luego de que se celebrará la audiencia de presentación en el Palacio de Justicia, donde el Tribunal Tercero de Control lo privó de libertad por homicidio calificado por motivos fútiles e innobles y abuso sexual agravado.
Una vez que el juzgado ordenó como sitio de reclusión al comando de la Zona 5, Romero indicó que trataron de preservar su integridad y lo llevaron al área de menor riesgo donde hay solo 12 presos, la mayoría de ellos evangélicos.
El caso fue notificado al Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc)subdelegación El Tigre para el levantamiento del cadáver. Se supo que los compañeros de celda se enfurecieron cuando el hombre relató la forma como mató a la infante.
Luis Gerardo Milano fue detenido el martes 2 de octubre luego confesara a los pesquisas de la policía científica que había sepultado a la pequeña en el patio del galpón inconcluso que cuidaba en la 8va calle sur de Pueblo Nuevo Sur en El Tigre. La estudiante del tercer grado que residía justo al lado del inmueble industrial desapareció el 10 de marzo de este año, a las 4:00 de la tarde.
Trascendió que el vigilante reveló ante el tribunal que la niña fue hasta la empresa y decidió abusar sexualmente, estrangularla y sepultarla en represalia por los problemas que tuvo con la hermana de la pequeña, quien era su novia.
La madre de Milano y una hermana se enteraron de la muerte, después de la 1:00 de la tarde cuando acudieron al comando policial a llevarle el almuerzo. El hombre era karateca y oriundo de Zaraza, estado Guárico.
DC | Caraota Digital