Repatriados cuerpos de jóvenes que murieron ahogados intentando ingresar a Aruba ilegalmente

El regreso a Paraguaná, estado Falcón de los cuerpos de Jhonny Perozo y Wilfredo Vilera, estaba pautado para la 1:00 de la tarde de este viernes. Al parecer ya todo estaba concretado para que los familiares de estos dos hombres pudieran darle el último adiós.
Desde mucho antes, familiares y amigos comenzaron a llegar al aeropuerto internacional Josefa Camejo, de Paraguaná para esperar la aeronave que sería usada para traer los cuerpos tras la segunda tragedia que enlutó al pueblo falconiano en lo que va de año.
Fue hasta las 3:03 minutos de la tarde, mientras las banderas de Venezuela y Falcón hondeaban desgastadas y desteñidas en el patio central del aeropuerto, que llegó el avión 96-105 de la Guardia Nacional con dos tripulantes vestidos de verde.
Fueron recibidos por el alcalde de Los Taques, José David Falcón y Andrés Maldonado, presidente de los Puertos y Aeropuertos del estado Falcón, pero el avión no trajo lo que las familias esperaban, apenas fue autorizado para volar a Falcón y hacer el plan de vuelo para ir a Aruba.
Mientras tanto ambas familias, conversaban, se sentaban en las aceras y discutían lo engorroso del tema y todo lo que habían pasado sus familiares buscando una mejor calidad de vida. Era inevitable no ver lágrimas correr por los mentones que mostraban gran decepción, tristeza y hasta desesperación, pues muchos no creían que estaban muertos hasta verlos en las tumbas.
Transcurrió toda la tarde y las familias seguían en espera. Prácticamente se cumplía una semana desde que se enteraron de la tragedia, por ello el dolor estaba intacto, podía sentirse en sus formas de expresarse, e incluso en la manera de mirar al infinito, mientras se hacia un comentario de la vida de algunos de los que dos occisos.
A las 7:00 de la noche, les dijeron que el viaje quedaría para el día siguiente, sin embargo una llamada de una autoridad resolvió el conflicto y 30 minutos más tarde el avión despegó con destino a Aruba.
Aunque por un lado los familiares estaban contentos por haber logrado después de cuatro días que los cuerpos fueran devueltos al país, también sabían que faltaba muy poco para enfrentar la realidad que sólo la pueden vivir teniendo el cuerpo frente a sus ojos.
La espera parecía eterna. Las autoridades del aeropuerto corrían de un lugar a otro para evitar inconvenientes, cumplir con los protocolos pocos comunes en este aeropuerto y por otro lado los familiares de los difuntos caminaban de un lugar a otro en la desesperación de un viaje que es muy corto.
A las 10:50 de la noche, justo unas horas antes de cumplir una semana  de la tragedia, llegaron los cuerpos de ambos hombres. Las lágrimas corrían por los rostros, mientras reinaban los abrazos entre los familiares para darse consuelo entre tanta impotencia.
Nadie supo de hora, nadie supo de día ni mucho menos del desgaste obtenido en esta travesía que duró una semana, solo sabían que llevaban en dos urnas marrones los sueños y metas de dos padres de familia que solo buscaban un bienestar para sus hijos en otro país y que dieron su vida buscando ese sustento.
Los cuerpos fueron identificados por los familiares directos al llegar a Venezuela junto a un cuadro de los organismos competentes, posteriomente fueron montados en carros fúnebres hasta sus hogares.
Estos jóvenes fueron parte de la tripulación del tercer accidente de embarcaciones rápidas que se registra en las islas vecinas con inmigrantes falconianos que buscan salir del país de esta forma para buscar uns mejor calidad de vida. Hasta ahora van siete muertos, de los cuales uno no ha sido identificado, siete desaparecidos y al menos cinco detenidos.
El Pitazo
Entérate al instante de más noticias con tu celular siguiéndonos en Twitter y Telegram
Suscribir vía Telegram

Lea también

Le puede interesar además

Loading...

Tu opinión vale...