Una aficionada lesionada en la Ryder podría demandar a Koepka

El estadounidense Brooks Koepka, vivió una mala experiencia en la jornada del viernes, tras impactar su bola en el ojo de una aficionada, y que acabó en el hospital con daño ocular importante. Aunque el tema podría tener mayores consecuencias.

Corine Remande, de 49 años, una aficionada que estaba siguiendo la Ryder, no vio llegar la bola del drive de salida de Koekpa en el hoyo seis de Le Golf National, con tan mala suerte, que impactó directamente en su ojo.

“Todo ocurrió tan deprisa, que ni tan siquiera noté dolor cuando fui golpeada”, explicó la francesa. “No tuve la sensación de que me había impactado en el ojo, cuando empezó a sangrar de manera abundante”.

Fractura ocular y posible demanda

Trasladada al hospital, un scanner confirmó que tenía una fractura de la órbita del ojo derecho, explosionando su ojo. Posiblemente, no recupere la vista. La aficionada explicó que estudiará el caso con sus abogados, y que podría decidir demandar al jugador.

Koepka estaba bastante afectado por lo sucedido, y cuando se acercó a ella, le firmó un guante para pedirle perdón por lo sucedido, pero no podía quedarse allí, y siguió el partido junto a Tony Finau.

“Nunca quieres golpear a nadie en la cara a nadie y me sentí fatal”, dijo tras la jornada el joven jugador profesional de 28 años. “Solo quería salir de allí lo antes posible, y me alegró que Tony anotara un chip para seguir adelante”, dijo.

Bolas peligrosas

En las grandes competiciones de golf, no es habitual que suceda, aunque en muchas ocasiones pierden la calle en los golpes de salida, y las bolas sobrevuelan a los aficionados, con el riesgo que comporta.

“Es difícil controlar una bola cuando va a 300 metros de distancia, y en muchas ocasiones, los aficionados están muy cerca”, reconoció Koepka, que deberá estar atento a lo que decida esa aficionada y si finalmente, decide llevarle a juicio.

DC – Sport