El Gobierno venezolano se unió al júbilo del pueblo salvadoreño ante la canonización este domingo en el Vaticano de monseñor Óscar Arnulfo Romero.
«San Oscar Arnulfo Romero es símbolo de dignidad y justicia para los pueblos de Nuestra América por haber dado voz a los sin voz, defendiendo a los campesinos, a los pobres, por haber enfrentado la violencia y el terrorismo de los poderosos», publicó el canciller Jorge Arreaza por la red social Twitter.
El mensaje del canciller estuvo acompañado por un comunicado que emitió el Ministerio del Poder Popular para Relaciones Exteriores para expresar su regocijo y veneración a San Óscar Arnulfo Romero ante su canonización.
A continuación el texto íntegro:
El Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro Moros, en nombre del Pueblo venezolano y el Gobierno Bolivariano se une al júbilo que embarga al Gobierno y al Pueblo salvadoreño en ocasión de la canonización del beato Monseñor Óscar Arnulfo Romero y Galdámez, hoy 14 de octubre de 2018, acompañando la profunda devoción que anida en el corazón de los desposeídos hacia el Obispo y Mártir de la Patria Grande.
San Óscar Arnulfo Romero es símbolo de dignidad y de justicia para los pueblos de Nuestra América por haber dado voz a los sin voz; por su entrega a la causa de los humildes, defendiendo a los campesinos, a los pobres, a los trabajadores de su Patria; por haber enfrentado la violencia y el terrorismo de los poderosos con su verbo sincero y valiente; por haber sufrido el calvario y el martirio por amor a Cristo y a su Pueblo.
Su ministerio en defensa de la vida lo llevó a enfrentar de manera implacable al régimen represivo. Sus palabras eran seguidas cada domingo por un pueblo ávido de verdad, justicia y esperanza.
En su última homilía, el 23 de marzo, pronunció la histórica frase: “en nombre de Dios y de este pueblo sufrido… les pido, les ordeno, les ruego en nombre de Dios: cese la represión”. Al día siguiente fue asesinado mientras oficiaba la Eucaristía. Sus funerales fueron la verdadera manifestación del pueblo humilde que jamás lo olvidará.
Es ese mismo pueblo el que lo hizo Santo en lo más íntimo de sus hogares, en sus canciones y murales, en su poesía y arte, en sus pequeñas parroquias y organizaciones de base, en sus centros de trabajo y estudio, en sus esquinas y plazas, en sus campos y ciudades, en sus montañas y ríos, en su alto cielo azul y en su amada tierra.
En una época de graves conflictos sociales y serios peligros para la vida en el planeta, su canonización constituye una exaltación del auténtico sacerdocio, el de la opción preferencial por los pobres, el que denuncia y desenmascara a los opresores, el que predica el bien común y la fraternidad entre los seres humanos.
Por ello, la canonización del Beato Óscar Arnulfo Romero es un hecho que trasciende las diferencias confesionales y religiosas, para convertirse en un acontecimiento de profundo significado histórico, espiritual y humanista para los pueblos de Nuestra América y el mundo.
Venezuela envía al hermano pueblo salvadoreño sus palabras de regocijo y veneración a San Óscar Arnulfo Romero, que se ha constituido en ejemplo y guía para la humanidad, llamándonos a enfrentar el egoísmo, la injusticia y la violencia, por el camino de solidaridad, la igualdad y la paz.
Caracas, 14 de octubre del 2018
DC / AVN