EL MAL (I). Hace pocos días me topé de nuevo con la expresión “la banalidad del mal” mientras leía una interesante nota en BBC Mundo y de inmediato me identifiqué con ese concepto y la situación venezolana. “La banalidad del mal” es una expresión creada por la alemana Hanna Arendt y que plasmó en su libro “Eichman en Jerusalén”. Arendt consideró que “la banalidad del mal” se representa en algunos individuos que actúan dentro de las reglas del sistema al que pertenecen sin reflexionar sobre sus actos: “No se preocupan por las consecuencias de sus actos, sólo por el cumplimiento de las órdenes”. Confieso que a mis 51 años la única dictadura que he vivido es la de Chávez y Maduro, pero estoy plenamente seguro que son muchos los casos a nivel mundial en los cuales prevalece “la banalidad del mal”. Venezuela es un claro ejemplo de esa expresión en varios estadios, porque la maldad del oficialismo se ha hecho realidad en varias etapas. El asesinato del concejal, Fernando Albán, es un claro y reciente ejemplo de como “la banalidad del mal” ha calado muy profundo en la estructura actual de gobierno, sobre todo en los funcionarios que forman parte de los organismos de inteligencia y represión. El gobierno no dio la orden directa de asesinar al dirigente de Primero Justicia, pero quiénes lo tenían detenido de inmediato asumieron que debían sacarle toda la información necesaria, real o no, para inculpar a otros opositores del supuesto intento de magnicidio contra Maduro. Para cumplir con ese cometido se extralimitaron y Albán murió ahogado en una bañera usada para torturas. En el marco de “la banalidad del mal” los responsables debían maquillar los hechos y no se les ocurrió mejor idea que lanzar su cuerpo desde una ventana del décimo piso de la sede del Sebin en Plaza Venezuela. El asesinato de Albán es al clímax de la persecución y tortura del régimen. Es la máxima expresión de una política oficial que busca silenciar a todo aquel que piensa distinto y una forma clara de silenciar es sentando precedentes: lo que le pasó a este concejal, te puede pasar a ti. Forma parte de la criminalización de la protesta y la disidencia. La maldad en la acción política y represiva se magnificó con Maduro en el poder. Quizás sus debilidades en cuanto a carisma e inteligencia lo han hecho recurrir más al terror que Chávez. Maduro necesita sostenerse en el poder y al no ser un dechado de virtudes positivas, hace gala de sus atributos más negativos para cumplir sus objetivos. Y esa política oficial permeó a los estratos más bajos de los funcionarios del Estado. Quienes no se sumen a “la banalidad del mal”, por lo menos callan y hasta ven como normal que estamos ante un gobierno que maltrata y tortura. Por cierto, hablando de torturas ésta práctica no solo se limita a las acciones de los esbirros que maltratan a un detenido, sino también a cualquier acción que busca causar daño. Cuando un niño hurga en la basura buscando comida, eso es tortura. Cuando te obligan a sacarte el Carnet de la Patria para acceder a los beneficios oficiales, eso es tortura. Cuando empujas a miles de venezolanos a cruzar la frontera a pie, sin dinero y con hambre tratando de buscar futuro en otra nación; eso es tortura. Cuando sientes miedo a decir algo por temor a que el gobierno te escuche, eso es tortura. En Venezuela hay diversos estilos de tortura en marcha. Hay una tortura selectiva. Esa que apunta a la clase política, partidista o ciudadana, que es acosada hasta por escribir un mensaje de Twitter. Se trata de ahogar a quien no piensa y actúa igual que el régimen. La maldad revistió al gobierno. No sólo se trata de “la banalidad del mal” manifestada en Maduro, Diosdado Cabello y Jorge Rodríguez, entre otros, sino en todo aquel que considere que para cumplir una orden debe aplicar sufrimiento a quienes quieren desplazarlos del poder. Esa tortura selectiva ha dividido a la oposición, no me refiero a sus diferencias internas, sino a la gran cantidad de líderes que han tenido que salir a un exilio obligado para no ser una víctima más. Y quien no es “ayudado” a huir, los excarcelan y envían de inmediato a otro país como es el caso de Lorent Saleh y Vilca Fernández. Inclusive los practicantes de “la banalidad del mal” estiman correcto el uso de los presos políticos como moneda de cambio o como distracción ante un problema que los agobia en la opinión pública. Esta reprochable conducta también tiene un componente general.
DILEMA. Ante la intención del oficialismo de convocar en cualquier momento un referendo para la aprobación de la nueva Constitución, es pertinente que la oposición comience una discusión muy seria sobre cuál será la postura ante ese evento electoral ¿Van a participar o se abstendrán? No votar contra el parapeto de la ANC sería un error porque estarían sirviendo en bandeja de oro al régimen la imposición. Seguir esperando a los marines para que nos resuelvan el conflicto, es pecar de ilusos aunque la jauría tuitera digan lo contrario.
APUROS. En la medida que se acerca la fecha del 10 de enero de 2019, aumentan los apuros del régimen de Maduro por encontrar la legitimidad de la cual carecerá y que afectará gravemente su operatividad ¿Qué tiene de particular ese décimo día del nuevo año? Que termina la primera gestión de Nicolás Maduro y comienza la segunda que está marcada por la ausencia de reconocimiento internacional a raíz de las ilegítimas elecciones presidenciales del 20 de mayo. Para las naciones que no validaron ese proceso electoral, a partir del 10/01 no habrá un Presidente en Venezuela ¿Le importa eso al “Madurismo”? Aunque se esmeren en mostrar displicencia ante las críticas internacionales y una supuesta autosuficiencia ante las sanciones, si les importa y mucho ¿Por qué? Porque le quita capacidad de maniobra financiera al régimen lo que sumado a las decisiones anteriores que les limitan su accionar, los deja en una posición muy incómoda ante las inmensas necesidades de financiamiento que tiene el fisco nacional. Por eso intentan maniobrar buscando un diálogo que les otorgue esa legitimidad. La propuesta del gobierno español de Pedro Sánchez de impulsar un nuevo diálogo, es parte de esa iniciativa que tiene como principal cabecilla a José Luis Rodríguez Zapatero. Esa intención fue derrotada ampliamente en el seno de la Unión Europea. En el ámbito nacional la oposición no ha caído en la trampa del diálogo, aunque no tanto porque les disguste la idea, sino más bien por temor a ser crucificados en la opinión pública. El gobierno parece acorralado ante la cercanía del 10 de enero. Esperemos los días por venir.
EL MAL (II). Venezuela padece la peor crisis jamás conocida en la historia republicana. Los rasgos y consecuencias del mal enquistado en Venezuela hacen que sea una situación inédita, pero muy dolorosa. En este ámbito hay una tortura general que trata de someter a la mayoría de la población a tratos inhumanos y situaciones injustificables. En este aspecto “la banalidad del mal” aflora con una facilidad tremenda. Cuando un funcionario niega que existe escasez de medicamentos e insumos y que por eso mueren venezolanos, está justificando las acciones y las omisiones oficiales. Cuando otro funcionario afirma que es falso que miles de venezolanos cruzan la frontera hacia los países vecinos sin dinero y sólo con sus penas a cuestas; está tratando de proteger a quienes han destruido a Venezuela. Cuando un ministro niega que hay hambre en un sector mayoritario de la población, se está sumando a quienes justifican lo que ocurre detrás de falsos argumentos como la guerra económica. Cuando un general anuncia que se acabó la crisis eléctrica y luego calla ante la reaparición de los apagones, se confiesa parte de la maquinaria del mal que empujó al país a un empobrecimiento general, con el firme propósito de aplicar una purga colectiva para que muchos se vayan y quienes se queden asuman con resiliencia que están siendo controlados. “La banalidad del mal” asume como una consecuencia necesaria que más de dos millones de venezolanos estén formando parte de la migración más numerosa vivida en los últimos años en el continente y que podría equipararse a lo ocurrido en Siria. Pero además se frotan las manos con satisfacción cuando ven que le han arruinado la vida a todos, con el simple propósito de perpetuarse en el poder. Incluso “la banalidad del mal” ha logrado jugar con la mente de los venezolanos para imbuirlos en una incredulidad general, en una desconfianza profunda hacia sus liderazgos y a muchos los condenaron a posiciones radicales en las cuales consideran que sólo una invasión o la insurgencia armada es el camino para el cambio.
DOCUMENTO. Me uno al documento impulsado desde el Zulia por el Foro Democrático y que han bautizado como “La Hora de la Democracia”, en el cual se plantea un gran acuerdo nacional para formular una estrategia de consenso que enfrente la crítica coyuntura histórica que vive el país. Creo que es el momento para apoya toda iniciativa que con argumentos válidos trate de proponer salidas a la difícil coyuntura que vive Venezuela. No es cuento que estamos a punto de perder la República y pasar a ser un mamotreto institucional al servicio del oficialismo y Cuba.
OPOSICIÓN. En medio de la peor crisis que ha vivido Venezuela en su historia moderna, la oposición sigue atrapada en su laberinto y no atina en la estrategia para recuperar la unidad y la conexión con el ciudadano. Hay una clara división y diferentes percepciones sobre cuál es la salida al conflicto, tal como lo analizamos con profundidad esta semana en Verdades y Rumores (LEA: http://verdadesyrumores.com/index.php/2018/10/23/conflicto-la-oposicion-venezolana-sigue-perdida-en-su-laberinto/).
GUERRA. La confrontación entre Omar Prieto y Pancho parece estar en un punto muerto. Todo indica que Prieto detuvo su caída y Pancho no ha logrado su cometido que era promover la salida del actual Gobernador. Sin embargo, hay que estar vigilantes ante lo que pueda ocurrir en los próximos días. La radicación en Caracas del juicio por el asesinato del comisario Benito Cobis pareciera que busca alejar el caso del área de influencia de Prieto. Ese tema es muy complicado y puede chispear al Gobernador.
EL MAL (yIII). La maquinaria del mal arrasó a Venezuela. Acabó con la institucionalidad, la confianza, la credulidad y hasta con la esperanza. La Venezuela de hoy es un país desgarrado por quienes consideraron que merecían eternizarse en el poder sin importar a qué costo. Y en ese recorrido de 20 años han cometido cualquier cantidad de crímenes, se han involucrado en delitos graves, han acabado con buena parte de una población. Y como parte de “la banalidad del mal” todo lo justifican como la lucha de un pueblo por su independencia del imperialismo, cuando se trata de las ambiciones desmedidas de un grupito que supo destruir a una nación, para convertirla en un virreinato moldeado de acuerdo con sus intereses. Cuando la pesadilla se acabe y sean enjuiciados todos aquellos que de una u otra forma participaron y aportaron en la destrucción colectiva, es cuando aflorará de forma masiva “la banalidad del mal” como justificación ante lo injustificable. Cuando el juicio de la historia los alcance, tendrá mayor vigencia esa expresión creada por Hanna Arendt a partir de la observación y el análisis de la conducta de los nazis que fueron juzgados luego de la II Guerra Mundial. Aunque me crucifiquen por decirlo: el tiempo de Dios es perfecto, aunque en Venezuela muchos creen que fuimos olvidados por éste. La justicia se impondrá por encima de “la banalidad del mal”.
CLARIDAD. Me sigue llamando la atención que hay poca conciencia en la clase política opositora sobre el peligro que representa la nueva Constitución disfrazada de “reforma” que buscará imponer el oficialismo. Uno de los pocos que viene haciendo un trabajo sostenido en ese sentido es el Partido Centro Democrático liderado por el médico y empresario Carlos Alaimo, quien desde hace varias semanas viene alertando en asambleas vecinales sobre el riesgo de permitir que el gobierno gane la consulta para aprobar ese texto constitucional. Toda la oposición debería dedicarse a eso, porque si el régimen impone la nueva Carta Magna, terminamos de decirle adiós a la democracia y a la Venezuela en la cual nacimos y crecimos.
ANIVERSARIO. Mi reconocimiento a todo el personal directivo, docente y administrativo de la Universidad Rafael Urdaneta por su 45 aniversario. Esta institución a pesar de los tiempos adversos y las tempestades que hacen pensar que nada se puede hacer en Venezuela, sigue de pie en su loable labor de formar a esos profesionales que van a ser parte de la reconstrucción de la patria. La Universidad venezolana sigue siendo el epicentro de la generación de conocimientos y será bastión de los mejores tiempos por venir. Cuando destaco la labor de la URU, lo hago extensivo a todas las universidades que en medio de la crisis siguen abiertas formando el talento humano.
CASOS Y COSAS (yIV). Continuamos exponiendo la corrupción que invadió al Servicio Autónomo Imprenta del estado Zulia y ante lo cual aún Omar Prieto no hace nada de nada, lo que lo dice mucho de su supuesta intención de castigar a la corrupción. Esta semana seguimos con los detalles de otras “desapariciones forzosas” en el organismo: “A partir de 2012, desde el primer día de la tercera gestión de Arias Cárdenas, la Gobernación asignó al SAIEZ un vehículo (camioneta) que de inmediato fue utilizado para actos irregulares. Un día se le cambiaban los cauchos y a la quincena siguiente había que cambiárselos nuevamente porque los habían robado o “estaban rotos”. Cuando no eran los cauchos, era la batería, el arranque o cualquier pieza automotor. Para conducirla había cuatro choferes que se turnaban en el horario de 11 de la mañana a 1 de la tarde, cuando llegaban y se retiraban los jefes. Así transcurrieron muchos años, hasta que llegó el gobierno de Omar Prieto y a esta fecha no se les ha asignado vehículo. Si llegaran a asignárselo, sería pedagógico que impusieran un nivel de exigencia severo y le hicieran seguimiento puntual. Los que antes hicieron desastres, sigue en la institución. Cuando la nueva jefa asumió la dirección del SAIEZ, había en existencia cerca de treinta resmas (pueden ser más) de papel bond tamaño pliego, de las cuales, al poco tiempo, no quedaba ni una. Igual sucedió con una nevera y un plotter que donó otro organismo oficial. Hoy una de esas resmas cuesta entre 300 y 500 millones de bolívares fuertes (3.000 y 5.000 mil bolívares soberanos). En días pasados el Saiez recibió otra (resma) y al día siguiente ya no estaba. Todo el mundo se dio cuenta, pero nadie dijo nada. Quizás el caso más irregular sea el de la “sobrina” quien se desempeñaba en administración y se fue a vivir a la ciudad de Miami por diferencias ideológicas con el Gobierno Nacional. Dijeron que se encontraba de vacaciones, pero en realidad se fue para nunca más regresar. Laboró hasta diciembre de 2017 y siguió cobrando su sueldo con puntualidad hasta el mes de abril. Cobraba el sueldo, las bolsas alimentarias y todos los beneficios que le concede ser empleada pública. La Oficina de Recursos Humanos o la Secretaría de Administración y Finanzas pueden aportar las pruebas de esta irregularidad”. Señor Gobernador, ya es hora que haga algo con todas las irregularidades que ocurren en la Imprenta del estado.
SALARIOS. Me escribe un grupo de empleados de la Gobernación del Zulia con el fin de hacer llegar a Omar Prieto su malestar por los retrasos en la cancelación de sus salarios: “Desde que comenzó esta gestión no sabemos lo que es cobrar con puntualidad nuestras quincenas. A veces ni siquiera tenemos la seguridad que vamos a cobrar. Incluso con la decisión presidencial de pagar semanal al personal, siguen los retrasos y tenemos semanas en fondo. Nadie nos da explicaciones por los retardos que se originan en la OCP, donde prevalece la improvisación y nunca presentan a tiempo las nóminas. Con todos estos problemas nos preocupa el enredo que tendrá la OCP para pagar los aguinaldos en Petros”. Ya era pública y notoria la pésima fama que Omar Prieto traía como patrono desde la Alcaldía de San Francisco, pero ahora la dimensión de su falta de preocupación por el personal es mayor por tratarse de la nómina de la Gobernación del Zulia.
IMPRENTA. Me informan que uno de los autores intelectuales y materiales de las irregularidades que ocurren la Imprenta del estado, siempre ha tenido esa conducta de pillo: “Ese señor trabajó en la Secretaría de Cultura con Giovanny Villalobos al inicio de la gestión de Arias Cárdenas y salió por ladrón. De ahí lo pasaron a la Imprenta y ha hecho cualquier cantidad de chanchullos con los bienes públicos. Hemos tenido compañeros que han sido enviados en comisión de servicios y se devuelven por las andanzas de este señor que cuenta con el apoyo de la directora de la imprenta” ¡Tremenda joya!
DIFERENCIAS. En el acto de presentación de los candidatos a concejales por el PSUV en el Zulia, se notó la ausencia de muchos dirigentes que son parte de la estructura de ese partido. Se comenta que las inasistencias obedecen al temor que Omar Prieto aplique cambios en la Dirección Regional y las municipales. Esa probabilidad tiene molestos a muchos y por eso se ausentaron de ese acto.
FERIA. Al parecer no hay una buena coordinación entre la Gobernación del Zulia y la Alcaldía de Maracaibo para la realización de la Feria de la Chinita. Cada gobernante quiere tener el principal protagonismo en esas actividades, que están siendo programadas para mejorar la percepción de los ciudadanos hacia ambas gestiones.
Darwin Chávez | @darwinch857 | darwinch67@gmail.com