La verdadera guerra, es la que esos pervertidos emprendieron hace años contra los venezolanos: Es una guerra a muerte, sin tregua, el principal motor de ese ataque sin piedad contra los hermanos de mi tierra es el odio que esos resentidos quienes le tienen tirria, fobia, desprecio a todo lo que sea bien hecho, productivo y eficiente. Todo aquello que sea de provecho, hecho para elevar calidad de vida, generar bienestar, ellos lo destruyen; Simplemente lo tildan de “capitalismo salvaje” y le venden a sus seguidores que si algo está producido por una empresa privada hay que atacarla y llevarla a la quiebra o confiscarla, incautarla y “nacionalizarla”, para demostrar una vez más que su teoría igualitaria se derrumba, pues el comején de la corrupción sumado a la torpeza que los caracteriza, los lleva al fracaso.
Una anécdota reciente, que refleja el rechazo del régimen a la productividad y patentiza esta situación se dio hace pocos días en el Taller de Formación en el Área Económica, impartido por expertos de la República Popular de China a funcionarios del gobierno venezolano promovido por el régimen en alianza con los asiáticos, a los fines de intercambiar ideas. En dicho taller, el inexperto (léase ministro) en el área Agroproductiva, Castro Soteldo, hizo una pregunta referida a «… cuáles implementaciones han hecho en China para garantizar la eficiencia y la productividad de los distintos sectores productivos para el desarrollo”. A lo cual el asesor chino le contestó: “En China el 90% son empresas privadas. El gobierno no puede hacer buen control directo a ellas. El Gobierno puede implementar un sistema de incentivos o acicate. Si las empresas privadas elevan la productividad pueden ganar más” dijo el funcionario chino. Lo cual fue una lección que se traduce en una paliza ideológica proveniente de sus aliados más exitosos en el área económica, pues de aquellas teorías comunistas de hace 30 años poco queda. El evento estaba siendo transmitido en vivo por Venezolana de Televisión y el funcionario quedó con el ojo gacho y luego de hacer el ridículo, se retiró del sitio.
Ni siquiera a sus asesores les oyen recomendaciones pues definitivamente no buscan bienestar para su pueblo si no castigo y dolor, y muy por el contrario van con todo demoliendo lo poco que queda en el campo venezolano, le están dando la estocada final, no les bastó con lo que hizo el intergaláctico supremo Hugo Chávez, con expropiar o robarse casi 5 millones de hectáreas productivas, para luego quebrarlas sino que, las últimas medidas de confiscar el ganado y de acabar con lo único que queda de agricultura, como lo que está sucediendo con la palma aceitera en el Estado Moragas, ejemplifica lo que sería el remate de este ataque criminal a la producción.
Aparte de imponerle a los ganaderos de cada Estado, a través de las gobernaciones que el 70 % de la venta del ganado, debe ser entregado con carácter obligatorio a las gobernaciones, lo cual es un vulgar robo a los ganaderos del país, aparte de los cuatreros o ladrones de ganado, a quienes protegen agentes de la narcotiranía. Todo esto redunda en la violenta disminución de la producción, colabora con la hiperinflación, más la desinverción de la tiranía en el ya deprimido campo venezolano, en donde se han perdido los potreros, los pastos, las cercas, las maquinarias sin repuestos y tienen años trabajando a pérdida y además, les imponen la venta de la producción regulada a las gobernaciones. Sin hablar que a las carnicerías la Guardia Nacional que va a “fiscalizarlos”, los matraquean con el 50% de lo que vendan.
En los años 90, los ganaderos del país abastecían el 98 % de la población Venezolana y hoy gracias a la peste del comunismo del siglo XIX, apenas se está abasteciendo un 25 % y a precios inalcanzables para el común de la gente.
En el estado Monagas atacan ahora a la producción de la palma aceitera, insumo principal para la elaboración de margarina y aceites comestibles, en los asentamientos campesinos El Zamuro (adentro y afuera), La Hormiga, La Pica, Vuelta Larga del municipio Maturín y en Caripito, en Cachipo de Punceres y parte del sur del estado, siendo 9000 hectáreas cuya productividad genera 1800 empleos directos. La narcogobernadora Yelitze Santaella, giró instrucciones a todas las alcabalas de detener todos los camiones cargados de dicha palma, los cuales están arrimando como siempre la cosecha a la planta de la POLAR, además de que hay ya cortadas y en el suelo con peligro a perderse, unas 200 toneladas más, pues esta prohibición de arrime a la planta les genera temor a los campesinos ya que aseguran que serán perseguidos si llevan el producto a su comprador habitual. El odio y resentimiento que tiene el capo y narcotraficante internacional, que es quien imparte las órdenes, Diosdado Cabello Rondón contra las empresas POLAR, llega a extremos de no importarle el sustento de cientos de campesinos que viven de la palma aceitera desde el año 1983, cuándo se comenzó a cultivar en nuestro Estado. La narcogobernadora y su amo, el capo Cabello, no disciernen que el daño no se lo están haciendo a Lorenzo Mendoza, sino a esas humildes familias que ya están arruinados, esperando una caja CLAP cada cuatro meses por la maldad de la narcotiranía y con estás miserables medidas los conllevarían a la muerte.
Lo insólito y burlesco es que para “conciliar” y hablar del tema invitaron a algunos productores a la Gobernación y el vocero que los recibió fue un tal Julio Castillo, que según es “constituyentista”; En el encuentro la ignorancia de su parte fue absoluta y finalmente les informó que debían pagar impuestos de ahora en adelante. A ese cretino nadie le informó que para que las gobernaciones puedan cobrar un impuesto deben aprobar primeramente una ley ante la Asamblea Nacional y en su defecto, si fuera un impuesto regional, debe aprobarlo el Consejo Legislativo Regional (este inexperto fue diputado regional también). Los argumentos baladíes y sin soporte legal de ese despreciable «COPRÓFAGO» profesional para impedir que arrimen las cosechas a la planta de POLAR, son una muestra más del odio hacia nuestra gente. No dan descanso a sus planes de dejar a los pobres hundidos en su miseria, pues así los mantienen controlados por siempre.
Sin embargo, el acoso al campesinado, ya nervioso y agotado ante la incertidumbre, no termina. Sospechosamente el sábado 10 de Noviembre pasado apareció por las zonas productoras de palma, el hijo de la narcogobernadora (¿asesor en qué?) ofreciendo apoyo en semillas, fertilizantes, fumigación, para tranquilizar a los palmeros, prometiéndoles que a lo mejor ellos “ les comprarían la cosecha». Todos sabemos que ese asesor tiene bastante experiencia en tratos oscuros e ilícitos, pues sabemos de su forzada estadía en México cuando lo apresaron en Diciembre del 2013 por traficar 40 kilos de droga. Así que los productores ya saben que esa gente no da nada por mejorar la calidad de vida de los campesinos si no por algún provecho poco transparente para ellos mismos.
Definitivamente cuando manda el odio a la gente y se lleva el rancho en la cabeza no hay posibilidad de progreso. Tantos proyectos agroindustriales iniciados durante nuestra gestión, apalancado siempre a los productores quienes son el alma del aparato productivo, tirados por la borda… Nada se adelantó en las plantas ya inauguradas y mucho menos en las que tenías planes de inicio a corto plazo. Monagas y Venezuela entera tienen con que ser líderes en producción de alimentos pero la mano ladrona de la tiranía no lo permite.
Desde la cárcel del exilio hago planes para ayudar al pronto rescate de nuestro camino al desarrollo y exterminar para siempre a la peste del siglo XXI. Mis amigos del campo cuenten con la lucha y denuncia de mi parte con lo único que me queda MI PLUMA Y MI PALABRA
José Gregorio Briceño Torrealba
“El Gato” Briceño
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