Victoria del Madrid en Vigo y, salvo sorpresa, contrato como entrenador del primer equipo para Santiago Solari. Se impusieron los blancos al Celta en un duelo marcado por la contundencia y por la incidencia de Karim Benzema, autor de un doblete y artífice del triunfo del Madrid. El ariete, como ya hiciera en Plzen, firmó un tanto de bandera para adelantar a los suyos en el marcador cuando más sufrían. Recibió un balón de Modric a la espalda, la pinchó como si nada y definió con tino al palo corto.
Su gol frenó el ascenso del Celta en el partido, a remolque de primeras pero sintiéndose superior en los instantes previos al golazo de Benzema. Ya en la segunda parte, el francés volvió a tirar de magia. Doble recorte, el último con caño incluido, y remate seco para superar a Sergio con la colaboración de Cabral, que vio cómo la pelota rebotaba en su cuerpo justo después de ser escupida por la madera. No se rindió el Celta y tampoco claudicó el Madrid a la plaga de lesiones que sufrió en Vigo. Primero Casemiro, con problemas en el tobillo, después Reguilón, sustituido por una lesión muscular, y en la segunda parte Nacho, dolorido en la rodilla. No se libraron Bale y Odriozola, que acabaron renqueantes.
Hugo Mallo recortó diferencias y metió al Celta en la pelea por los puntos, pero un penalti de Juncà sobre Odriozola lo aprovechó Ramos para volver a poner distancia de por medio. Ya en el descuento, Ceballos hizo el cuarto con un latigazo lejano y Brais Méndez puso el 2-4 final. Triunfo a golpe de pegada de un Madrid que se engancha a La Liga tras el pinchazo del Barcelona y parece tener, ya a todos los efectos, en Santiago Solari a su nuevo entrenador.
El País