Tras dos largas jornadas en la corte federal del distrito de Brooklyn en Nueva York fueron seleccionados 40 candidatos para ser miembros del jurado en el juicio contra Joaquín Guzmán “El Chapo” Loera, de los cuales mañana se escogerán una docena y seis suplentes.
Tras descartar a un buen número de personas -una llegó a pedir un autógrafo del capo de Sinaloa-, el juez Brian Cogan que preside este caso indicó que mañana procederán con la selección definitiva de los doce jurados y seis suplentes, si todos los elegidos se presentan mañana para el proceso que dará inicio al juicio en su fondo el próximo 13 de noviembre.
Un total de 74 personas fueron entrevistadas y 40 fueron seleccionados tras dos días de ser entrevistados por el juez, la defensa y la fiscalía, basado en lo que contestaron en un cuestionario que les fue enviado por correo.
El proceso se realizó ante la presencia de Guzmán Loera, quien enfrenta once cargos y quien, según la acusación, construyó un imperio de la droga al frente del cartel de Sinaloa, que dirigió durante dos décadas y que ahora le puede costar la cadena perpetua.
Una treintena de candidatos a jurado fueron eliminados por diversas razones, que incluyen la económica, conflictos con su trabajo, tener prejuicios sobre el caso, ser escépticos con los testigos o temer por su seguridad.
Entre los casos que más llamaron la atención, uno de los candidatos fue eliminado luego de que expresara a un oficial de seguridad de la corte que quería un autógrafo de Guzmán Loera.
Al ser cuestionado por el juez Cogan, el candidato, que nació y creció en Colombia, contestó de forma afirmativa al magistrado, a quien aseguró que “soy un poco su fan” del Chapo.
También fueron descartados un joven que dijo que le encantaba el emparedado que compraba cerca de su trabajo llamado “Chapo”, así como cinco candidatos que expresaron temor a ser jurados, uno de ellos tuvo que ser incluso llevado a hospital con un ataque de pánico.
Igualmente quedó fuera un mexicano que ha vivido durante 25 años en EE.UU., quien aseguró que no había escuchado nada sobre el acusado pero dijo que había visto la serie de Univisión y Netflix (El Chapo) y una mujer que confesó haber visto una película en la que asesinaban a un jurado.
Entre el grupo de los posibles jurados hay un hombre que señaló en el cuestionario que la figura pública que más admira es el presidente Donald Trump.
El abogado de defensa Jeffrey Litchman le preguntó al respecto: “¿Usted escribió en el cuestionario que al más que admira es a Donald Trump?” y tras la respuesta en afirmativa el juez Cogan le preguntó por su parte si tenía una idea preconcebida de que Guzmán Loera puede ser culpable porque es mexicano.
“Yo no creo que el presidente sea racista en absoluto”, contestó el hombre blanco y de mediana edad, tras lo cual Litchman volvió a preguntar: “¿Cree que es un mal hombre?” al referirse a comentarios que el entonces candidato presidencial Trump hizo sobre los mexicanos durante la campaña electoral.
“No le conozco en absoluto”, dijo el candidato al referirse al acusado, y quien figura en la lista de los últimos cuarenta finalistas para ser jurado.
Al iniciarse el segundo día consecutivo de entrevistas, el juez Brian Cogan dijo que se habían presentado problemas con algunos de los elegidos el día anterior, que fueron traídos nuevamente a la sala para ser cuestionados al respecto, mientras el acusado, que hoy vestía pantalón y chaqueta negra, camisa azul y corbata en tonos azul y gris. seguía atento el proceso.
También fueron descartados un arquitecto por razones de trabajo; una mujer que acaba de parir, por razones económicas; uno que dijo ser escéptico con los testigos y otro con una visión muy definida del caso.
De acuerdo con las autoridades, Guzmán Loera lideró por dos décadas el cartel de Sinaloa, el de mayor presencia internacional y que, según la acusación, exportó toneladas de droga a EE.UU., de la que alegan tener evidencia.
El proceso se realiza bajo extremas medidas de seguridad de policías locales fuertemente armados que custodian la corte federal donde se realiza el proceso en el distrito de Brooklyn, alguaciles que cuidan a los candidatos a jurado y unidades caninas que detectan la posible presencia de bombas.
El Gobierno teme que debido al historial de violencia del cartel mexicano se puedan tomar represalias contra el jurado y testigos. De acuerdo con la acusación, el cartel empleaba sicarios que cometieron actos violentos incluido asesinatos, agresiones, secuestros y tortura bajo la dirección de Guzmán Loera.
Con la selección del jurado, iniciará el juicio contra un hombre, considerado por el Gobierno de EE.UU como “extremadamente peligroso”, que por años fue uno de los más buscados por la Interpol y el FBI y que fue extraditado al país norteamericano en enero del 2017 para enfrentar cargos en Nueva York.
EFE