El Ministerio de Petróleo de Venezuela rechazó el mes pasado una propuesta de BP para comprar la participación de Total en uno de los bloques de un prometedor pero estancado proyecto de gas en la frontera marítima con Trinidad y Tobago, dijeron a Reuters cinco fuentes.
BP posee los derechos del lado trinitense del desarrollo de gas natural. Podría haber usado la producción del área vecina, el cuarto bloque de Plataforma Deltana frente a la costa oriental de Venezuela, para alimentar sus crecientes operaciones en la isla, dijeron las fuentes, que no estaban autorizadas para hablar públicamente.
El rechazo resalta cómo el gobierno socialista de Venezuela, a menudo hostil hacia algunas compañías extranjeras, sigue siendo un obstáculo para la inversión aun cuando grandes productores como BP centran su atención en las poco explotadas reservas de gas de la nación socia de la OPEP mientras expanden sus portafolios de gas natural licuado (GNL).
Dos de las fuentes dijeron que el acuerdo esperó por la aprobación del gobierno durante dos años.
Total dijo en marzo en un documento que la venta de su participación del 49 por ciento en el bloque 4 estaba “a espera de la aprobación de las autoridades”.
El ministerio dijo a las partes que las reservas del área debían ser reestimadas, un argumento que ha utilizado en el pasado para rechazar otros acuerdos.
Equinor, de Noruega, posee el otro 51 por ciento del bloque. Un portavoz de Equinor se negó a comentar sobre los planes de Total, pero dijo que la empresa terminó la perforación exploratoria en esa área hace 10 años.
Atraer inversión para la industria del gas podría ayudar a Venezuela, que tiene las reservas de crudo más grandes del mundo, a compensar por la falta de capital que experimenta el sector petrolero, cuya producción sigue cayendo en medio de la crisis política y económica del país.
Las reservas venezolanas de gas, en su mayoría sin desarrollar, eran de 225 billones de pies cúbicos (BPC) a fines de 2017, en comparación con las 9.2 BPC de Trinidad, según el anuario Revisión Estadística de la Energía Mundial de BP. BP y Royal Dutch Shell poseen participaciones en los cuatro trenes de licuefacción de gas que operan en Trinidad.
Shell, el mayor comerciante de GNL del mundo después de comprar BG Group por 52.000 millones de dólares, está presionando a Venezuela para que le permita producir gas en el campo costa afuera Dragón, cerca de su plataforma Hibiscus, en Trinidad. “Hay una escasez real de suministro de gas en las industrias aguas abajo en Trinidad”, dijo Tanvir Malik, analista de investigación de la firma Economist Intelligence Unit.
El intento de Total por vender su 49 por ciento en el bloque 4 de Plataforma Deltana se produce cuando algunas petroleras occidentales intentan reducir su presencia en Venezuela a medida que aumenta el riesgo reputacional en medio de sanciones de Estados Unidos e investigaciones de corrupción relacionadas con funcionarios del gobierno y la estatal PDVSA.
Shell solicitó la aprobación este año para vender su único activo petrolero en Venezuela a la firma francesa Maurel & Prom. Total recientemente rebajó sus proyectos venezolanos a la categoría de menor inversión, lo que implica que podría seguir buscando compradores para sus activos en el país, según dos fuentes de la compañía francesa.
Los portavoces del Ministerio de Petróleo de Venezuela, BP y Total no respondieron a las solicitudes de comentarios.
“REALMENTE DIFÍCIL”
Si bien la ley venezolana exige que PDVSA mantenga la mayoría accionaria en empresas mixtas de petróleo, la norma que rige la industria del gas es más flexible, permitiendo a firmas extranjeras operar individualmente proyectos a través de licencias de exploración y producción.
Pero los cambios de propiedad en los proyectos de gas están sujetos a aprobación regulatoria y el gobierno debe proporcionar una explicación cuando los rechaza, dijo Eugenio Hernández-Bretón, socio del bufete de abogados Baker McKenzie, en Caracas.
Durante el gobierno del fallecido presidente Hugo Chávez, PDVSA intentó garantizarse el control de importantes proyectos de gas, incluidos los desarrollos costa afuera Plataforma Deltana y Mariscal Sucre, ambos cercanos a Trinidad, con reservas estimadas totales de alrededor de 22 BPC.
“Es realmente difícil para un inversionista extranjero sentirse cómodo con las leyes venezolanas aplicadas en la práctica”, dijo Hernández-Bretón.
“No tenemos los recursos financieros ni la experiencia técnica para desarrollar proyectos de gas natural, mientras que Trinidad tiene la experiencia y el respaldo de inversionistas extranjeros”, agregó.
Aunque alguna vez fue visto como un negocio secundario, las mayores petroleras del mundo se están enfocando cada vez más en el gas natural a medida que aumenta la demanda mundial de combustibles con menos carbono y el GNL facilita el comercio internacional.
Tanto Shell como BP están impulsando sus operaciones de gas en Trinidad, uno de los 10 principales exportadores de gas del mundo, especialmente después de que la producción en ese país cayera un 18 por ciento en la última década. Una plataforma de BP para producir gas construida por la compañía de ingeniería estadounidense McDermott International en México zarpó recientemente a Trinidad, dijo un ejecutivo a Reuters.
PDVSA y la petrolera estatal de Trinidad firmaron en agosto un acuerdo para permitir las exportaciones del campo Dragón a la isla, pero el acuerdo no especificó cómo se financiaría la construcción de un gasoducto de unos 1.000 millones de dólares necesario para transportar el hidrocarburo.
Reuters