Los glioblastomas son tumores cerebrales particularmente virulentos, con tasas de supervivencia de solo tres a seis meses. Un culpable importante es la existencia de un grupo de células tumorales especiales que son altamente resistentes a las terapias estándar.
La modificación de la base A en el ADN, una de las cuatro letras genéticas que forman la columna vertebral estructural del ADN, se encontró en grandes cantidades en los tumores de glioblastoma, especialmente en las células madre tumorales, informaron los investigadores. También encontraron que la modificación afecta el crecimiento de gliomas humanos injertados en el cerebro de ratones.
Esta modificación de la base se observó en la etapa más temprana del desarrollo del embrión y parece crucial para el desarrollo del feto, pero desaparece más tarde en la vida adulta, señalaron los autores.
“Pero en el caso de los glioblastomas, el cáncer parece secuestrar este mecanismo“, dijo Andrew Xiao, profesor asociado de genética en el Centro de Células Madre de Yale, investigador del Centro de Cáncer de Yale y coautor del artículo junto con Jeremy Rich, del Moores Cancer Center en el sistema de salud de la UC San Diego.
El aumento de varios cientos de la base A modificada en tumores, apenas detectable en los tejidos cerebrales normales, significa que podría fungir como un objetivo atractivo para nuevas terapias farmacológicas, destacó Xiao.
La modificación también se puede encontrar en otros tumores y puede sugerir nuevas formas de tratar estos tumores cerebrales hasta el momento incurables, finalizó.
kien y ke