Al menos 300 venezolanos que fueron reubicados por las autoridades colombianas a un campamento de inmigrantes en el distrito de Engativá, occidente de Bogotá, se pelearon contra los órganos de seguridad ya que los beligerantes reclaman una mejora en la calidad de los alimentos que les reparten.
Cristina Vélez Valencia, secretaria de Integración Social de Bogotá, manifestó a periodistas que “la principal fuente de discordia dentro del campamento” son los alimentos que, según los venezolanos, son insuficientes, de mala calidad e incluso vencidos.
Los disturbios se generaron la mañana de este lunes, y en él participaron varios inmigrantes que agredieron a la policía y ocasionaron daños a las carpas del albergue.
En varios videos difundidos en redes sociales se ve a un grupo de venezolanos golpeando con palos a una persona e incluso uno de ellos amenaza con un cuchillo a otra.
Por estos hechos las autoridades detuvieron a cuatro personas, entre ellas a un menor de edad, quienes serán imputadas por los delitos de daño a bienes públicos y lesiones.
“Estas personas ingresaron firmando un manual de convivencia y ese manual debe regir las condiciones en el campamento. Estas normas fueron rotas por algunas de las personas“, agregó la funcionaria Vélez.
Jairo García, secretario general de seguridad, afirmó que “la ciudad es de puertas abiertas” para los inmigrantes y que “responde a las necesidades” de esa población, pero recalcó que deben cumplir con las “normas y reglas de convivencia”.
Ese campamento fue instalado la semana pasada cuando la Alcaldía de Bogotá reubicó a esos inmigrantes, quienes habían acampado cerca de la terminal de autobuses.
Según datos de la ONU, casi 2 millones y medio de venezolanos han salido de su país debido a la crisis que allí se vive, de los que cerca de un millón se han asentado en Colombia.
Además, 35.000 cruzan cada día la frontera común, algunos en busca de un futuro mejor y otros para comprar bienes de primera necesidad.
Caraota Digital