El jueves comenzó un recuento manual sin precedentes, que prolonga una cerrada batalla partidista en el Estado del Sol por cada voto en la crucial carrera por el Senado federal.
Después de un recuento con máquinas, que duró cinco días, de los más de 8.3 millones de votos emitidos en las elecciones del 6 de noviembre, el secretario de Estado floridano Ken Detzner ordenó el jueves por la tarde recuentos manuales en la carrera entre el senador federal Bill Nelson y el gobernador Rick Scott, y también en la carrera para comisionado de Agricultura, entre Nicole “Nikki” Fried and Matt Caldwell.
La orden da a las juntas supervisoras de elecciones en los 67 condados del estado tres días para revisar miles de boletas que fueron rechazadas por las máquinas porque los electores aparentemente marcaron a los dos candidatos en la carrera, o dejaron sin marcar a ninguno de los candidatos. Basándose en una guía estatal, las juntas supervisoras, que pueden tener ayuda de voluntarios, tratarán de determinar la intención de voto de los electores cuyas boletas tienen problemas.
No está completamente claro cuántas de esas boletas hay en la carrera por el Senado federal. Un análisis de información condal y estatal por parte del Herald/Times indica que la cifra pudiera ser de entre 35,000 y 118,000 boletas. Pero la determinación de cuál fue la intención de voto de esos electores, y la capacidad de los supervisores de Elecciones de los condados para revisar todas esas boletas, pudieran decidir en lo fundamental si Nelson mantiene su cargo en el Senado o Scott asciende de gobernador a senador federal.
La decisión de este jueves se había esperado durante por lo menos una semana. Supervisores de Elecciones de todo el estado comenzaron a prepararse para recuentos automáticos en las horas siguientes al cierre de las urnas el 6 de noviembre, cuando los votos provenientes de los condados Broward y Palm Beach, de fuerte inclinación demócrata, redujeron la ventaja de Scott, Caldwell y el nominado republicano a la gobernación, Ron DeSantis.
Las leyes de la Florida exigen un recuento con máquinas en cualquier carrera con una diferencia de 0.5 por ciento o menos, y las tres carreras en cuestión en la Florida estaban dentro de ese margen cuando los supervisores de Elecciones entregaron los resultados no oficiales a las autoridades estatales el sábado. Como lo exige la ley, Detzner dio de inmediato cinco días a las juntas de supervisión electoral de todo el estado para computar de nuevo los totales en las tres carreras con el fin de confirmar que si alguna quedaba con un margen de un punto porcentual, el margen que la ley floridana establece para un recuento manual.
DeSantis mantenía su ventaja el jueves cuando los condados reportaron sus totales, manteniéndose por encima del umbral de 0.25 por ciento, lo que lo convierte en el gobernador electo de la Florida, a menos que Andrew Gillum lo impugne. Pero, como se esperaba, los márgenes en las carreras por el Senado federal y el comisionado de Agricultura quedaron por debajo del umbral, lo que exige un recuento manual de las boletas en que los electores marcaron a los dos candidatos, o no marcaron ninguno, en esas carreras.
Ahora, las juntas de supervisión y equipos de por lo menos dos voluntarios —con al menos un demócrata y un republicano en cada uno— revisarán miles de boletas y reportarán a Detzner. Las leyes estatales exigen que las juntas supervisoras concluyan el proceso para el domingo, de manera que la comisión supervisora estatal pueda certificar los resultados de las elecciones el martes.
El Nuevo Herald