El Gobierno venezolano ha culpado este viernes al de Colombia del “lamentable estado” de las relaciones bilaterales, en el marco de la última crisis entre ambos países, a causa de la expulsión de un diplomático venezolano de Bogotá que ha suscitado una respuesta recíproca en Caracas.
Migración Colombia anunció el jueves la expulsión del funcionario venezolano Carlos Manuel Pino, que “no podrá ingresar al territorio colombiano por un periodo de diez años”. Como respuesta, el ministro de Exteriores de Venezuela, Jorge Arreaza, ordenó abandonar el país a Juan Carlos Pérez, un “funcionario consular colombiano no acreditado”.
El Ministerio de Exteriores de Colombia ha abierto un nuevo capítulo este viernes al exigir que los 59 colombianos “detenidos arbitrariamente” en la comisaría de Policía de La Yaguara (Venezuela) sean liberados inmediatamente, basándose en un pronunciamiento en este sentido del Grupo de Trabajo de Naciones Unidas sobre Detención Arbitraria.
Arreaza ha reaccionado en una nota oficial en la que “rechaza por cínico el comunicado emitido por el Gobierno de Iván Duque (…), a través del cual pretende desviar su responsabilidad en el lamentable estado actual de las relaciones diplomáticas bilaterales”.
“En primer lugar, bien saben las autoridades colombianas que la expulsión del cónsul general designado Juan Carlos Pérez fue en reciprocidad por la arbitraria medida de secuestro y expulsión contra el funcionario venezolano Carlos Manuel Pino”, ha señalado.
El jefe de la diplomacia venezolana ha argumentado además que el cónsul colombiano no había recibido el necesario ‘exequator’ del Ministerio de Exteriores, por lo que “se encontraba realizando funciones de manera ilegal”. “No resulta extraño que Colombia insista en su habitual política de exigir garantías que no otorga”, ha lamentado Arreaza.
A este respecto, ha denunciado que “por acción u omisión (las autoridades colombianas) han obstaculizado desde hace más de un año el normal funcionamiento de la Embajada y los nueve Consulados de Venezuela”, que han sufrido “un brutal bloqueo económico-financiero por parte de la banca colombiana”.
“Mientras se prolonga esta antidiplomática situación, nuestros diplomáticos y nuestras misiones no pueden cumplir con sus proveedores o arrendatarios las responsabilidades adquiridas y de obligatorio cumplimiento, afectando gravemente su tranquilidad para el ejercicio adecuado de sus labores encaminadas a dar asistencia a los venezolanos”, ha reprochado.
Para Arreaza, “ha sido la negativa del Gobierno colombiano a establecer contactos de alto nivel con las autoridades venezolanas la evidencia de una política antidiplomática e irresponsable que apunta a escenarios bilaterales inconvenientes para la región y para nuestros pueblos”.
El ministro de Exteriores ha aclarado que, pese a esta supuesta actitud de Colombia, las autoridades venezolanas “no se niegan ni se negarán jamás a entenderse civilizadamente con los demás estados, respetando las diferencias de criterio, pero con la firme determinación de proteger al pueblo venezolano de cualquier agresión”.
Europa Press