Bernardo Montoya, asesino confeso de la joven profesora española Laura Luelmo, confesó ante el juez que lo encárcelarán de por vida porque de lo contrario, cometería otro asesinato, reseñó RT.
«Por favor, déjenme encerrado toda la vida. No me dejen salir jamás, porque lo volveré a hacer», dijo el delincuente en su alegato final ante el juez en España.
El detenido ya fue condenado con anterioridad por el asesinato de otra mujer, y por una agresión en uno de sus permisos penitenciarios.
El caso de Luelmo se conoció en el país español luego de luego de su desparición el pasado 12 de diciembre, poco después de trasladarse a la localidad de El Campillo, en Andalucía para dar clase en un instituto. Luego de cinco días de búsqueda, en la que participaron cientos de voluntarios, el cadáver de la docente fue hallado con evidentes signos de violencia.
El cadáver se encontraba desnudo de cintura para abajo. La determinación de la inspección ocular por el equipo de la Guardia Civil retrasó el levantamiento del cuerpo, durante el cual notaron «claramente» una serie de agresiones.
El Nacional