La empresa canadiense que firmó un importante contrato de venta de blindados ligeros a Arabia Saudita advirtió al gobierno de Justin Trudeau que se expondría una multa de “miles de millones de dólares” si lo anulara unilateralmente.
El primer ministro canadiense había anunciado el domingo que estaba buscando los medios para no cumplir ese controvertido contrato, presionado por la oposición tras el asesinato del periodista Jamal Khashoggi y la participación de Riad en la guerra en Yemen.
“Si Canadá anulara unilateralmente el contrato se expondría a pagar miles de millones de dólares en multas a General Dynamics Land Systems Canada”, amenazó esta empresa basada en Ontario, en un comunicado citado por la prensa canadiense.
“Rescindir el contrato tendría un impacto negativo significativo sobre nuestros empleados altamente calificados, sobre nuestra cadena de aprovisionamiento en Canadá y más generalmente sobre el sector de defensa canadiense”, agregó la filial local de la American General Dynamics.
Trudeau había dudado hasta ahora si anular un contrato por valor de 15.000 millones de dólares canadienses (9.900 millones de euros), firmado por el anterior gobierno conservador, “sin tener que pagar penalizaciones desorbitantes”.
Pero durante una entrevista con la cadena CTV difundida el domingo el político liberal cambió el tono. “Estamos estudiando los permisos de exportación para ver si es posible dejar de enviar estos vehículos a Arabia Saudita”, agregó sin dar más detalles.
Las penalizaciones podrían superar los 1.000 millones de dólares canadienses, advirtió Trudeau a finales de octubre.
Este pedido de Riad, pactado en 2014, originalmente contemplaba la entrega de 928 vehículos blindados ligeros pero se redujo a 742 a principios de año. Se trata de la mayor venta de armas canadienses de la historia.
Ottawa expresó en 2017 su preocupación por el eventual uso de estos blindados en operaciones de represión en el este de Arabia Saudita y en Yemen.
La canciller alemana Angela Merkel informó en octubre que su país no permitiría la venta de armas a Riad, debido a la incertidumbre sobre las circunstancias de la muerte de Jamal Khashoggi.
“El asesinato de un periodista es absolutamente inaceptable y es por eso que Canadá ha pedido respuestas sobre esta cuestión desde el principio”, agregó Trudeau el domingo.
Este lunes, en una entrevista con radio Canadá, el jefe del gobierno calificó de “muy inverosímil” que el príncipe heredero saudí, Nohammed bin Salmán, no esté implicado en el crimen, como lo afirma Riad.
Las relaciones entre Canadá y el reino saudita se han erosionado en los últimos meses. Riad anunció la expulsión del embajador canadiense, además de recordar la congelación de nuevas inversiones con Canadá, después de que Ottawa denunciara la detención de activistas de los derechos humanos sauditas.
AFP