El presidente de Colombia, Iván Duque, negó este miércoles 12 de diciembre que su país esté “bajo ninguna circunstancia” preparando o pensando en “ningún acto hostil” contra Venezuela, luego de que el mandatario de ese país, Nicolás Maduro, le acusara de ser “cómplice” de un plan para llevar “la violencia” a la nación petrolera.
“Colombia no está bajo ninguna circunstancia fraguando o pensando ningún acto hostil ni ningún acto de actitud belicista con ningún país de la región”, dijo el jefe de Estado en una declaración a periodistas en Cali (suroeste).
Maduro afirmó hoy que el asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Bolton, está creando un plan para asesinarlo que “ya está en desarrollo” y en el que “prepara varios lugares donde se están entrenando fuerzas mercenarias y paramilitares junto a Colombia”.
“El Gobierno de Colombia de Iván Duque que no quiere relaciones diplomáticas, ni políticas, ni de comunicación con el gobierno legitimo de Venezuela; es cómplice del plan de John Bolton para traer violencia a nuestro país y así lo denuncio y nuestra Fuerza Armada tiene que estar cada vez más preparada”, subrayó.
Además, el mandatario venezolano aseguró que en Colombia se “están entrenando un grupo paramilitar denominado el G8” en el departamento colombiano del Norte de Santander, fronterizo con ese país.
“Se están entrenando 734 mercenarios, entre colombianos y venezolanos para en cualquier momento hacer acciones llamadas de ‘falsos positivos’ (…) hacer ataques a unidades militares en la frontera e iniciar una escalada violenta que confunda a la opinión pública y justifique cualquier otra acción militar contra Venezuela“, detalló.
Tras esa acusación, Duque subrayó que Colombia es “un país respetuoso del derecho internacional” y que se ha caracterizado “por tener instituciones sólidas”, así como por “acudir a organismos multilaterales cuando se trata de obligaciones de otros países para con Colombia”.
“No vamos a permitir que se empiecen a tejer ese tipo de dudas o acusaciones. Esas acusaciones debe ser rechazadas por todos los colombianos y lo que debe quedar claro es que quienes están ejerciendo la dictadura en contra de sus ciudadanos (…) deben responder ante la justicia internacional”, dijo Duque sin hacer referencia explícita a Venezuela.
En este sentido, comentó que esa “dictadura” está generando “grandes flujos migratorios” y el camino es la Corte Penal Internacional (CPI).
Colombia firmó una carta el pasado 25 de septiembre junto a Argentina, Chile, Paraguay, Perú, Canadá y Francia en la que solicitan a la CPI investigar al Gobierno de Venezuela por supuestos crímenes de lesa humanidad.
Duque recordó, también sin hacer mención directa al caso, que “varios jefes de Estado” se han adherido “a tramitar esa denuncia a la CPI”.
“No vamos a permitir que este tema sea planteado para agredir a Colombia verbal o de ninguna manera y se acuda a este tipo de prácticas que no son sino cortinas de humo para tratar de involucrar a un país que jamás ha agredido a otros países”, subrayó.
Finalmente, agregó: “Más bien que la dictadura sea consciente que a partir del 10 de enero muchos países del continente se van a unir al rechazo de sus prácticas totalmente deleznables”.
Por su parte, la Cancillería emitió un comunicado en el que le pide a Maduro que respete a Duque “como el más alto representante del pueblo y del Gobierno de Colombia” y en el que condenó sus afirmaciones “irrespetuosas” y “calumniosas” sobre una “imaginaria guerra que Colombia buscaría iniciar”.
“Colombia es un país absolutamente respetuoso de las normas del derecho internacional y de los principios y costumbres que rigen las relaciones internacionales”, reza el comunicado.
Tras estas acusaciones, que la Cancillería colombiana calificó como “desobligantes, irrespetuosas y calumniosas”, el Gobierno aseguró que “continuará trabajando” a través de “mecanismos políticos y diplomáticos con la comunidad internacional” como el Grupo de Lima y la Organización de Estados Americanos (OEA).
EFE