El 16 de diciembre de 2000 Jerry ‘Mike’ Williams salió de su casa para cazar patos en el lago Seminole, en Florida (EE.UU.), y nunca más se volvió a saber de él. Desde el primer momento se creyó que había sido devorado por caimanes, pero el pasado martes la historia dio un giro inesperado cuando su ‘amigo’ Brian Winchester confesó que lo mató de un disparo en la cara y que la cómplice había sido Denise, la viuda.
Según medios locales, los hechos salieron a la luz durante el juicio contra la mujer, de 48 años, acusada de asesinato en primer grado, conspiración para cometer el crimen y accesorios, con el objetivo de cobrar pólizas de seguro equivalentes a 1,75 millón de dólares, que habían sido gestionadas tiempo atrás por Winchester, su amante. Todos ellos, al igual que Kathy, que era la esposa del homicida, eran amigos desde la escuela secundaria.
La verdadera historia se mantuvo oculta durante 18 años, hasta que el asesino rompió el pacto de silencio y detalló ante la Justicia que la viuda de Williams estaba al tanto del plan. Aquella noche de diciembre del 2000, él lo empujó del bote en el que estaban, pero Mike logró nadar y aferrarse a un árbol, momento en que lo mató de un disparo en la cabeza.
«Cuando le disparé estaba oscuro y hubo un destello brillante. Tenía que hacerlo, no tenía opción», declaró.
Después de que Williams no volviera, sus allegados pasaron horas buscándolo, junto a las autoridades. Sin embargo, solo encontraron su bote, su Ford Bronco, su licencia para cazar y su chaqueta, por lo que creyeron que había sido devorado por los caimanes.
Tras el crimen, el hombre se llevó el cuerpo, lo ocultó en su camioneta Chevrolet Suburban, compró una pala y pesas para unirlas al cuerpo y lo dejó sumergirse en una ciénaga, en la zona del lago Carr.
Con Williams muerto y Winchester ya divorciado de Kathy, en 2005 el homicida se casó con Denise. Sin embargo, el matrimonio no terminó bien y en 2016 el hombre la secuestró. Para entonces, la investigación por la muerte de Williams había pasado de «desaparición de persona» a «muerte sospechosa».
Cuando Denise denunció el rapto, durante una entrevista, su cuñado, David McCraine, le dijo: «Él asesinó a Mike. Y estoy bastante seguro de que la razón por la que estaba a punto de matarla es que temía que fuera a decir algo».
Winchester finalmente fue arrestado y condenadoa 20 años por secuestro en diciembre del año pasado. Entonces se decidió a contar la verdad sobre el caso, involucrando a Denise.
En respuesta, Philip Padovano, abogado de la mujer, expresó durante la audiencia del pasado martes que no había ninguna prueba para acusar a su cliente. «No hay evidencia tangible ni física para conectar a Denise Williams con el crimen. Ni confesión, ni admisión, nada», afirmó, antes de advertir al jurado: «Tendrán que creer en la palabra de un asesino y de un delincuente condenado».
No obstante, el detenido estaba decidido a colaborar con la Justicia para conseguir una reducción de su condena. Por eso fue que llevó a los efectivos al lugar en el que había dejado el cadáver. «Encontraron a Mike exactamente donde Brian dijo que estaría», declaró el fiscal Jon Fuchs, quien reveló que presentaba un disparo en la cabeza «como Brian dijo».
En su mano, además, aún lucía la sortija de boda.
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