El presidente argentino Mauricio Macri endureció su postura contra Nicolás Maduro y rechazó, junto a Brasil, Colombia y Estados Unidos, un crédito millonario para el Gobierno venezolano previamente aprobado por la Corporación Andina de Fomento (CAF).
El rechazo implica un gesto de aislamiento a Caracas justo antes de que Maduro asuma el nuevo mandato el 10 de enero. No obstante, Maduro contó con el presidente ejecutivo de la CAF, Luis Carranza Ugarte, publicó en una nota el portal web La Nación.
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El conflicto diplomático podría escalar al punto, de que Argentina tendría que retirar o llamar a consulta al encargado de negocios en Venezuela, Eduardo Porretti.
Una relación mala, que empeora
Sin embargo, altas fuentes oficiales reconocieron que la relación con el país suramericano está en un “pésimo nivel”. Admitieron una fuerte presión de los EEUU para conseguir votos negativos en la CAF contra Venezuela.
Caracas necesitaba ese préstamo de 500 millones de dólares para pagar las deudas anteriores, en una operación de “round-tripping”, que de otro modo no podía cumplir y no quedar en default con el organismo andino.
Pero la CAF podría quedar muy expuesta si Venezuela no pudiese cumplir y se estima que entrará en default.
“Mal. Nula relación. Hemos dicho públicamente en reiteradas ocasiones que Venezuela es una dictadura e instado a través de muchos documentos propios y dentro de Grupo de Lima a que dejen de perseguir y matar”, aseguró un allegado al canciller Jorge Faurie.
Si bien la CAF oficializó la aprobación del crédito, Soto reclamó por nota formal la composición de votos positivos y negativos, y el organismo nunca lo informó. Sobre 19 votos, el Gobierno había contabilizado 10 negativos y 9 positivos.
Argentina sostenía que el préstamo era ilegal porque iría dirigido al Banco Central de Venezuela (BCV) y necesita la aprobación de la Asamblea Nacional (AN), el Poder Legislativo que fue sancionado por Maduro y no pudo aprobarlo.
En ese sentido, el Gobierno argentino reiteró que, a partir del 10 de enero, cuando asuma Maduro, no reconocerá la legitimidad de las autoridades electas.
“Sería un contrasentido autorizarle un préstamo a un país con un Gobierno ilegítimo”, dijo un funcionario de la Casa Rosada con poder diplomático.