Después de acudir durante 75 años a su cita con los lectores, el periódico «El Nacional» se imprimirá por última vez el próximo viernes. Es el único diario independiente de difusión nacional en Venezuela que conservaba su edición en papel a pesar del hostigamiento a la prensa libre por parte del régimen de Nicolás Maduro, que ya había conseguido que dejaran de salir a la calle el resto.
«Llevamos 15 años de acoso», asegura Miguel Henrique Otero, presidente editor de «El Nacional». «Han logrado silenciar la radio y la televisión, y han hecho desaparecer a los medios impresos independientes, convirtiéndolos en plataformas web. Nosotros éramos el último periódico nacional que mantenía la edición impresa», señala Otero, actualmente exiliado precisamente por las medidas represoras del régimen. A su juicio, el acoso a los medios libres completa el perfil de «una dictadura pura y dura» en la que no hay división de poderes ni libertad de expresión.
Trabas para el suministro de papel
El directivo de «El Nacional» explica que el chavismo ha intentado acabar con esta cabecera a través de la agresión física de los llamados «colectivos» (grupos de civiles armados), de la utilización de los tribunales, la amenaza permanente, la vía tributaria y la restricción publicitaria, así como las campañas de desprestigio y la difamación desde los medios oficiales. Sin embargo, lo que ha dado la puntilla a la edición impresa del diario ha sido las trabas para el suministro de papel.
Según apunta, esta materia prima se canaliza a través de un monopolio estatal que antes garantizaba precios preferenciales a los periódicos, pero que ha retirado para asfixiarlos, ya que ahora es prohibitivo por el desorbitado cambio entre la divisa nacional y el dólar. Así es como fueron cayendo la inmensa mayoría de los diarios independientes del país, en torno a medio centenar.
«Nosotros duramos más que los demás porque hubo solidaridad de otros periódicos latinoamericanos para que siguiéramos imprimiendo, pero al final no pudimos resistir», lamenta Otero. Desde hace un mes «El Nacional» se había dejado de publicar en papel los lunes y sábados, y «el viernes será la última edición impresa», anuncia. No obstante, «esto es un paréntesis», matiza, ya que se retomará «en el momento en que caiga el régimen, que no creo que dure mucho tiempo».
Además, «El Nacional» se volcará en potenciar su página web, que ya es una de las más potentes del continente, destaca Miguel Henrique Otero. «Para el gobierno es un logro que lleguemos a este punto -afirma-, pero por otra parte es una oportunidad para desarrollar lo que es el futuro de la prensa». Sus periodistas, a los que califica de «luchadores» y «verdaderos valientes», seguirán peleando para contar a través de internet la penosa realidad venezolana que los medios oficiales callan.
ABC